Moodys rebaja la perspectiva del sistema bancario de Argentina

El reporte establece tres preocupaciones principales para los bancos argentinos: 1) la fragilidad de las ganancias, que dependen cada vez más de las políticas acomodativas pero insostenibles del gobierno; 2) su vulnerabilidad a la confianza de los inversores; y 3) su exposición a riesgos políticos y a situaciones que podrían afectar negativamente la distribución de sus activos, su rentabilidad y su capitalización.

"En el contexto de elevados precios de materias primas, fuertes niveles de exportaciones y bajos índices de desempleo, las políticas fiscales y monetarias expansionistas están impulsando el crecimiento económico, el consumo local y los niveles inflacionarios a niveles difíciles de sostener", señala María Andrea Manavella, Vice President de Moodys. "El principal inconveniente en materia crediticia para los bancos del país es si podrán continuar financiando el boom de consumo al mismo tiempo que preservan sus actuales fundamentos financieros estables".

Los bancos están aprovechando la fuerte demanda de crédito que existe actualmente y han experimentado un crecimiento sustancial de su cartera desde principios de 2010; sin embargo el incremento del endeudamiento de consumo podría representar riesgos para la calidad de los activos de los bancos. No obstante, la intermediación financiera en general permanece relativamente baja en Argentina, reflejado en los indicadores de crédito a depósitos, los cuales contribuyen a su liquidez.

"La fragilidad del sistema está asociada a la mayor vulnerabilidad ante ajustes macroeconómicos o medidas intervencionistas. Muchos bancos se han manejado responsablemente al enfocarse en banca transaccional y créditos de corto plazo, que pueden mitigar las dificultades de un eventual ajuste, aunque la rentabilidad podría finalmente debilitarse", concluyó Manavella.

La perspectiva negativa del sistema contrasta con la perspectiva estable de las calificaciones individuales de los bancos argentinos, lo cual refleja la bien establecida franquicia y capitalización de los bancos, que podrían soportar situaciones de estrés según el análisis de escenarios modelado por Moodys.