Mirabaud Equities Spain: filosofía, estrategia y posicionamiento tras los cambios en el equipo gestor

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Foto cedida

El Mirabaud Equities Spain es uno de los buques insignia de Mirabaud en España. Se trata de un producto con un track record de 10 años y un patrimonio superior a los 100 millones de euros, que toma como índice de referencia el Ibex NR (Ibex Net Return, Ibex con dividendos reinvertidos), y que ha registrado unos buenos resultados a lo largo de los últimos cinco años. La rentabilidad anualizada a tres años ha sido del 25,6% y a cinco años del 11,6%. Esto le ha permitido batir a la media de sus competidores, además de obtener las cinco estrellas por parte de Morningstar. Recientemente, la estrategia ha experimentado cambios al frente de la gestión. Antonio Hormigos, cogestor del fondo, abandonaba la entidad, quedándose Gemma Hurtado como gestora principal de una estrategia a la que recientemente se incorporaba Emilio Barberá en calidad de cogestor.

“La selección de Emilio estuvo basada en su experiencia, talento y filosofía de gestión en el ámbito de la renta variable. Su enfoque nos pareció que encajaba a la perfección con el ADN de gestión de Mirabaud centrada en la búsqueda de valor sostenible en el tiempo. Estoy muy contenta de que Emilio se haya incorporado al equipo, su talento aportará mucho valor en nuestro proceso de selección”, asegura Hurtado a Funds People en la que es la primera entrevista a un medio de comunicación que ambos conceden tras la reestructuración del equipo. La gestora explica que la incorporación de Barberá no debería generar ninguna diferencia con respecto al modo en el que se ha venido gestionando el fondo hasta el momento.

“La filosofía en el proceso de selección de valores y toma de decisiones sigue siendo la misma que se ha venido aplicando durante los últimos años: balances sólidos, generación de caja sostenible gracias a claras ventajas competitivas, y valoraciones atractivas, basándonos en nuestros propios modelos de valoración. Nuestra prioridad es la continuidad del estilo de gestión. Gradualmente, y de forma natural, la idea es que Emilio participe cada vez más de la toma de decisiones del fondo”, afirma Hurtado. El universo de cobertura lo han dividido en dos. Cada uno se responsabiliza del análisis y seguimiento de su parte. La toma de decisiones cae bajo la responsabilidad de Hurtado. “Trabajamos sentados uno en frente del otro y la comunicación es continua”, revela la gestora.

Una de las características del fondo es la concentración de la cartera en una treintena de valores. Esto seguirá siendo así en el futuro. “Con dos gestores dedicados plenamente a un único mercado disponemos de una gran capacidad para seguir efectuando una gestión marcadamente activa. No se producirán cambios en este sentido. Un número de valores en este rango nos permite mantener un correcto seguimiento de todos ellos al tiempo que el fondo está en disposición de cumplir los límites de diversificación legales que se le exigen”, señala Barberá. Sus principales apuestas se centran en compañías que ofrecen valor respecto a su precio de mercado, con modelos de valoración exigentes, lo que les ofrece un margen de seguridad respecto a precios actuales. “Nosotros seguimos selectivamente positivos construyendo nuestra cartera valor por valor”, asevera Hurtado.

“El análisis en profundidad y la valoración de cada una de las empresas que cubrimos seguirá dictando la idoneidad de introducir, mantener o deshacer posiciones. Nuestra filosofía de inversión está basada en criterios value y la rotación de la cartera es muy reducida. La recogida de beneficios no atiende a niveles técnicos de precio o a objetivos específicos de rentabilidad sino que siempre viene motivada por razones de valoración. Conforme un valor se revaloriza, el precio lleva implícito unas hipótesis de negocio cada vez más exigentes. Cuando entendemos que ya no contamos con el margen de seguridad adecuado es cuando se inicia la recogida de beneficios”, apunta el cogestor.

“No tenemos una aproximación sectorial ni macro en nuestro proceso de gestión; es una cartera pura de selección de valores y, para nosotros, como selectores de compañías, las oportunidades de inversión surgen en aquellas en las que su valor de mercado está claramente por debajo de sus flujos futuros descontados a valor presente”, indica Hurtado. Bankinter (con un peso del 9%), Telefónica (7,6%), BBVA (7%), CIE Automotive (5,4%) y Repsol (5,2%) son actualmente las cinco mayores posiciones de la cartera. Las 10 primeras posiciones del fondo centran el 56% de la cartera. A nivel sectorial, el sector financiero es el que más pondera (26%), seguido del industrial (14%) y el de servicios de comunicación (11%).

El patrimonio actual del fondo no les impone por el momento dificultades específicas en la construcción de posiciones, por lo que tampoco tienen motivos para realizar cambios. El fondo mantiene con carácter habitual una exposición a renta variable del 100% y el uso de derivados nunca lleva aparejados ni la cobertura, ni el apalancamiento de la cartera. Los derivados, fundamentalmente futuros de Ibex 35, los utilizan para cubrir la liquidez permitiendo atender a flujos menores de salida patrimonial con flexibilidad sin tener que modificar la cartera de valores. La beta actual de la cartera es 0,91.