“Mi mensaje para el inversor de renta fija es… relax”

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Foto cedida

¿Miedo? ¿Quién dijo miedo al impacto que pueda tener sobre el mercado de bonos un escenario de subidas de tipos? “El inversor no debería temer a la renta fija como clase de activo. Mi mensaje para él es… relax”, afirma Peter de Coensel, gestor del DPAM L Bonds Universalis Unconstrained, fondo de renta fija global con la calificación Consistente Funds People con el que el gestor dice estar capturando buenas oportunidades. “Los bonos del Tesoro de Estados Unidos y el crédito americano son muy atractivos. En los treasuries, con una curva plana, puedes esperar un retorno del 3% sólo por el lado del cupón. El mercado espera tres subidas de tipos por parte de la Reserva Federal en 2019. Nosotros creemos que sólo habrá una”, augura en un almuerzo con clientes en Madrid.

El 50% de la cartera del fondo está en euros y la otra mitad puede estar invertida en otras divisas. De ahí que no se vea obligado a hacer la cobertura y restar a esa rentabilidad el alto coste que supone actualmente el hedging. Actualmente, el 26% de la cartera está en dólares. “Vemos mucho valor en EE.UU.”, señala. También en la periferia europea, donde invierte el 17% de la cartera. “A largo plazo me gusta la deuda pública italiana, pero hay que ser paciente. Nuestro periodo medio de tenencia en cartera de un bono es de cuatro años. También soy positivo con la deuda pública española y portuguesa. De ambas espero ver una convergencia con el bund. No es razonable que la prima de riesgo belga esté en torno a los 30 puntos básicos y la española en 100. Lo normal es que, en el entorno actual, la brecha se fuese estrechando, hasta la zona de los 50 puntos básicos”.

Los emergentes es otro segmento de mercado donde este gestor belga está encontrando oportunidades de inversión muy interesantes. En estos momentos, el 15% de la cartera está en deuda emergente, principalmente pública, aunque tiene algunas posiciones en crédito, como por ejemplo bonos de Televisa. La principal convicción son los bonos gubernamentales mexicanos, a los que destina el 7% de la cartera, aunque también tiene un 2% en Brasil y algo en República Checa. “Lo más relevante a la hora de construir tus posiciones es definir el marco de referencia y medir tu nivel de convicción para determinar dónde debes encajar la posición, si dándole un peso en cartera inferior al 1%, entre el 1% y el 3%, entre el 3% y el 5%...”, explica el gestor de Degroof Petercam AM.

En los últimos cinco años, Peter de Coensel ha conseguido ofrecer a sus partícipes una rentabilidad anualizada del 4% con una volatilidad del 5%. La ratio de Sharpe es de 0,84. Y eso que –a su entender- el mercado no ha sido fácil. No lo fue desde que estallase la crisis financiera.

“Pese al difícil punto de partida que supuso el 2008, de media, los principales índices de renta fija (tanto de deuda pública europea, global, bonos con grado de inversión…) han ofrecido en la última década una rentabilidad anualizada del 4,5%. El high yield ha rentado casi un 9% anualizado, muy cerca del 10% ofrecido por el MSCI World, pero con la mitad de volatilidad. El nuevo rol que han adquirido los bancos centrales y el nuevo marco regulatorio han sido los factores que han tenido un impacto más decisivo sobre el mercado de bonos”. Por ese motivo el consejo que les da a los inversores de renta fija es que mantengan la calma. Con las estrategias flexibles adecuadas, están a salvo.