Mercer: los retos para los clientes institucionales en 2011

Kamil Molendys, Unsplash

La crisis financiera mundial de los dos últimos años todavía resuena en los mercados de inversión, presentando nuevas realidades importantes para los inversores institucionales a la hora de considerar sus estrategias para 2011. SegúnIgnasi Puigdollers, socio de Mercer responsable del área de inversiones, l os nuevos retos subrayan la necesidad de centrarse en los temas críticos, los inconvenientes que pueden tener cada una de las estrategias y establecer prioridades de inversión que puedan reaccionar de manera robusta en un ambiente cambiante y lleno de incertidumbre.

Aunque la confianza económica y financiera está volviendo en algunos países, en otros, la crisis ha causado estragos en sus balances, ha interrumpido el proceso de asignación de créditos en las economías de Europa Occidental y todo esto añadido a las tensiones globales.

“Hay varias opiniones sobre la forma en que los balances de los países deberían repararse y en qué plazo de tiempo. Mientras que Europa se sigue culpando, Estados Unidos ya ha emprendido pasos decisivos en el camino hacia la responsabilidad fiscal. Algunos países del centro de Europa parecen relativamente bien posicionados para hacer progresos a la hora de ordenar su situación financiera, mientras que en otras partes, el inicio de este tipo de procesos sigue siendo propenso al colapso”, explica Ignasi Puigdollers, socio de Mercer responsable del área de inversiones.

Estas son algunas de las nuevas realidades del mercado de inversiones:

1.La situación de la deuda soberana como refugio seguro para las inversiones se ha empezado a cuestionar. En un mundo en el que el coste de la deuda de Microsoft es más barato que el de muchos de los países desarrollados, se deberían revisar todas las políticas de inversión en bonos del estado.

2.Muchas economías emergentes como China e India están ganando fortaleza económica y expandiendo el acceso a los mercados de capital, creando, de este modo, una economía mundial de dos velocidades. En particular, el imparable ascenso de China, fuente de financiación de Estados Unidos y aparentemente nuevo amigo de África, Asia y Europa, nos hace plantearnos cambios en la hegemonía mundial y en el poder económico.

3.La inflación es una preocupación creciente debido al aumento del precio de muchos artículos que no se había observado antes en inicios de un ciclo económico. Existen argumentos para presuponer una mayor presión de la inflación en los próximos años. Lo cual nos lleva a preguntarnos si las estrategias de inversión serán lo suficientemente consistentes si se impone un panorama inflacionista.

4.La reforma del sistema financiero, para evitar la repetición de los rescates que se produjeron en 2008, es un tema recurrente, al igual que la adopción de medidas permanentes para amortiguar situaciones futuras.

5.Para conseguir una verdadera diversificación, los inversores deben ampliar sus horizontes, esto es una lección aprendida en la reciente crisis, cuando los mercados de renta variable y de bonos del estado de todo el mundo se movieron en la misma dirección. Los inversores tendrán el reto de diseñar estrategias que miren hacia el futuro y no basadas en éxitos pasados.

Algunos de los ajustes que los inversores institucionales deberían considerar pasarían por prestar más atención a lo que pueda suceder a largo plazo y a las implicaciones de la crisis, así como por analizar la forma de reflejar esto en sus estrategias. Algunos resultados son más visibles y otros menos. Esto significa que los responsables de gestionar las políticas de inversión mantengan la flexibilidad para responder a la evolución del mercado y busquen ‘ganar no perdiendo’.

“El objetivo será evitar los efectos más adversos que ocasionan el hecho de permanecer anclado en una estrategia, teniendo un poco de flexibilidad cuando las condiciones del mercado cambien. Se trata de ser un poco más globales, de tener mecanismos para controlar la volatilidad, implementar una distribución de activos más dinámica y de permitir mayor discrecionalidad en la gestión contra benchmark. Desde Mercer pensamos que la nueva realidad del mercado de inversiones creará muchas oportunidades, pero también requerirá nuevas formas de pensar, habilidad para tomar decisiones rápidas y capacidad de recuperación en entornos de mayor incertidumbre”, concluye Puigdollers.