Mercados emergentes: son la clave para Impulsar el crecimiento global

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Foto cedida

TRIBUNA de Mauro Ratto, responsable de mercados emergentes de Pioneer Investments. Comentario patrocinado por Pioneer Investments.

El potencial de los mercados emergentes se ha visto reducido en cierta forma a un terreno más volátil y menos atractivo para los inversores, principalmente debido a fallos de implementación como la debilidad regulatoria, las estructuras de capital heredadas y fallos de política. Estos errores contribuyen en conjunto a que el inversor exija una prima de riesgo más alta que, en consecuencia, puede inhibir la diversificación del mercado y reducir los flujos de capital.

Sin embargo, en los últimos años, la industria de gestión de activos ha empezado a reconocer el gobierno mediocre como una oportunidad, ayudado principalmente por la política monetaria acomodaticia. En la renta fija, los estándares de buen gobierno están correlacionados en general con un mejor comportamiento. Hemos visto menos riesgo de impago de crédito en los emisores con un gobierno de más calidad, mientras en la renta variable una cartera activa de compañías bien gobernadas ha superado a una cartera de compañías peor dirigidas.

El potencial es inmenso. Según el FMI, el mundo emergente ha sido responsable del 80% del crecimiento global desde las crisis financieras de 2008; en la actualidad, suponen más del 60% del PIB global. Se estima que en 2050, el PIB de los siete países líderes de mercados emergentes será más del doble que el PIB actual del G-7.

Factores que impulsan las rentabilidades de los Mercados Emergentes

Creemos que hay tres factores que conjuntamente impulsan las rentabilidades de los mercados emergentes –crecimiento económico, profundidad del mercado y cambios en el gobierno. El crecimiento y la profundidad del mercado son claros están impulsados por los motores tradicionales, pero el gobierno es más complejo. Para comprometer capital, los inversores exigen protección legal de sus intereses; el concepto de exigencias de la propiedad debe ser coherente con la definición occidental.

Nuestra opinión es que el mayor problema para la insatisfacción en los emergentes procede de los estándares variables de gobierno corporativo y soberano. En la renta fija, no todos los emisores que pueden pagar lo hacen, mientras en la renta variable el tema de la “transparencia” en la contabilidad resulta problemático en algunos mercados.

Una cuestión crítica para el inversor en mercados emergentes

La cuestión para los inversores no es si la gestión soberana de los emergentes está mejorando en general, sino si las economías de los emergentes están mejorando de forma sostenible lo suficientemente rápido como para competir con éxito en el futuro. Esto significa desarrollar ventajas competitivas frente a países tanto emergentes como desarrollados. Los optimistas normalmente señalan el último registro y alegan que la última década refleja un creciente resurgimiento de los emergentes. Los más pesimistas opinan que queda todavía mucho por hacer y que los recursos exigidos y el tiempo de despliegue no están distribuidos de forma generosa. Más perniciosas son las voces que apuntan a la ampliación de la diferencia entre ricos y pobres en el mundo emergente.

Mirando hacia el progreso

Aunque la demografía positiva y la economía abierta han apoyado el crecimiento, la realidad sigue siendo que los países de mercados emergentes presentan más riesgo que los países maduros. Las ventajas competitivas pueden ser escasas, la política a veces es sorpresiva y, por lo tanto, los resultados inesperados. Las experiencias negativas de los inversores se han acumulado a lo largo del tiempo y pueden reflejarse en una prima de riesgo más elevada.

Para atraer la inversión, los países necesitan ofrecer a los inversores economías estables, guiadas por políticas predecibles, mientras las leyes locales necesitan ofrecer un marco para la competencia estable y coherente. Es normal afirmar que muchos países han realizado progresos en estas áreas, pero no todos lo han hecho.

Algunos emergentes han realizado sólidos progresos en torno al gobierno corporativo en los últimos años. En muchos lugares, todavía queda espacio para una aceleración del ritmo de desarrollo. Más que nunca, los gobiernos necesitan ofrecer más prosperidad para aliviar las condiciones que conducen a la agitación.

El importante papel que juegan los Mercados Emergentes

Los beneficios económicos y sociales de la mejora de las prácticas de gobierno en el mundo en desarrollo podrían llevar a un periodo de crecimiento que supone toda una serie de ventajas. Para los ahorradores de mercados maduros, un aumento en la actividad económica de los 700 millones de personas que viven con un dólar diario en el mundo desarrollado podría crear la demanda que lleve a una economía global más equilibrada. Una mejora en el gobierno podría atraer capital a las empresas que se centran en reducir la desigualdad en el mundo en desarrollo, reduciendo así los costes de seguridad occidentales. Por encima de todo, las rentabilidades de la inversión podrían ayudar a reducir gradualmente el actual déficit de pensiones.

Para cambiar las cosas son necesarios incentivos y elementos disuasorios. Los inversores a largo plazo en mercados emergentes reconocen que la relativa escasez de activismo de los accionistas permite a muchos emisores mantener una disciplina de capital débil  y, por lo tanto, prestar un servicio peor a los inversores.

Desde nuestro punto de vista, los mercados emergentes pueden avanzar mucho más en la reforma del gobierno, pero no lo lograrán por sí mismos. El sector de fondos de pensiones tiene que hacer más para resolver los problemas actuales; alentar el activismo accionarial puede ser una forma de ir hacia delante. Los beneficios serían claros: un mundo emergente más próspero y estable, mientras los fondos de pensiones de mercados desarrollados participarían en un aumento general de la prosperidad y alcanzarían sus objetivos de rentabilidad.