Mark Mobius: “Es un gran momento para la industria automovilística china”

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Durante gran parte del siglo XX, una imagen estereotipada del oeste de China reflejaba unas calles vacías de coches, pero llenas de bicicletas. Las reformas emprendidas en la década de los 70 en el mercado chino asociadas a Deng Xiaoping desataron una fuerte demanda de vehículos acumulaba durante décadas por sus consumidores, un proceso que se vio reforzado tras la entrada de China en la Organización Mundial de Comercio (OMC) en el año 2001. Ello provocó que en la década de los 2000, el mercado de automóviles chino creciese muy rápidamente hasta el punto de que en 2009 el volumen de ventas de automóviles superó al de Estados Unidos. En 2011, la cifra de vehículos vendidos en el país superaba en un millón a las registrada en el mercado americano.

Este importante incremento de la demanda hace que China sea visto, según Mark Mobius, como un emergente en el que se pueden encontrar grandes oportunidades de inversión en lo que a este sector se refiere. “En la actualidad, las marcas extranjeras dominan el mercado de automóviles chino. Las principales compañías de Europa y Estados Unidos son las líderes, seguidas muy de cerca por las empresas japonesas y surcoreanas. Sin embargo, muchas de las marcas locales chinas coexisten con las internacionales, haciéndose especialmente fuertes en el segmento de vehículos económicos y utilitarios deportivos. De hecho, en este nicho de mercado el liderazgo lo ostenta una marca regional”, asegura el presidente de Templeton Emerging Markets.

Tal y como revela el gurú,  un gran número de fabricantes locales chinos producen sus propias marcas, algo que siguen haciendo hoy en día. En los últimos años, algunos de ellos han comenzado incluso a adquirir compañías extranjeras. “La industria del automóvil de producción china se ha vuelto más sofisticada, llegando incluso a aumentar su presencia en los mercados de exportación y estableciendo operaciones de montaje en el exterior”. También es cierto que algunas de las marcas locales más débiles se han quedado en el camino, reconoce el experto. No obstante, “existe la evidencia de que Pekín desea que la participación de sus empresas locales en el mercado aumente”.

Según Mobius, esto lo demostraría el hecho de que a principios de año el Gobierno publicase una lista de marcas de vehículos que las autoridades podrían demandar para su compra, un catálogo compuesto exclusivamente por compañías chinas. “Las medidas de estímulo de la industria han tendido a enfatizar los vehículos más pequeños, con buena economía de combustible, lo que en general favorece a los productores locales. La producción de baterías para vehículos eléctricos e híbridos también está ganando terreno en el país”, afirma el experto de Franklin Templenton. “Con la perspectiva de que el peso de China en los mercados mundiales de automóviles aumente, ahora estamos sin lugar a dudas en un momento muy emocionante para la industria automovilística china”.