Mark Mobius: “Aprendiendo de las crisis del pasado”

En plena crisis financiera global y mientras Europa debate la implementación de dolorosas medidas de austeridad y EEUU delibera sobre la continuidad de mantener el gasto público, “no puedo evitar prestar atención a la relativamente buena salud fiscal de algunos mercados emergentes”, dice Mark Mobius en su último comentario incluido en su blog, en el que analiza los cambios estructurales, llevados a cabo tras las crisis sufridas, que les han permitido llegar a esa situación de fortaleza y capear las crisis financieras mejor que el mundo desarrollado.

Y es que, según el gestor estrella emergente de Franklin Templeton, muchos inversores internacionales siguen pensando en estos países como “el patio trasero” de los mercados desarrollados, algo que considera un malentendido basado en falsas impresiones de hace ya varias décadas. “Los ingresos per cápita en algunos países serán más bajos que en el mundo desarrollado, pero sus mercados son más sanos”, afirma.

A mediados de los 90, muchos emergentes dependían sustancialmente de la financiación exterior, lo que les hacía más vulnerables a posibles cambios en las percepciones de fuera, por lo que vivieron serias crisis financieras, como la de Asia a finales de los 90 y Latinoamérica a principios del siglo XXI. Estas crisis les hicieron valorar los riesgos y costes asociados con esa excesiva dependencia de deuda externa y, como consecuencia, durante la primera parte de este siglo, muchos cambiaron sus políticas para eliminar esta vulnerabilidad, dice Mobius.

Así, han tomado medidas como reducir su nivel global de endeudamiento externo y también su deuda a corto plazo, gracias a la apreciación de sus divisas. A la vez, han incrementado sus ratios de ahorro, sobre todo en Latinoamérica, desde el 17% hasta el 22% a finales del año 2008.

En Asia, se tomó conciencia de la necesidad de un sistema bancario fuerte y un mercado de capitales líquido para poder participar en el sistema financiero internacional sin excesiva exposición a ataques especulativos y retiradas de capital por sorpresa. También de que deberían evitar excesivos niveles de deuda en divisa extranjera mientras continuaban impulsándose las emisiones de deuda local e internacional denominadas en divisas locales. Como resultado, dice Mobius, muchos mercados son ahora mucho más estables gracias a la implementación de cambios estructurales de largo plazo aprendidos de las crisis del pasado.

Por todo ello, incluso en el mercado de CDS, algunos mercados emergentes han cotizado recientemente con diferenciales más estrechos que algunos países europeos. “Los contratos de Grecia, Portugal y España son más altos que los de naciones en desarrollo como Rusia, Filipinas y Tailandia”, explica Mobius.

“Aunque no es realista asumir que los cambios estructurales implementados pueden aislar a estos mercados de los efectos de futuras crisis globales, parecen haber capeado las últimas crisis razonablemente bien”, dice el gurú. Pues, aunque los riesgos no han desaparecido, el panorama se presenta mejor que hace 20 años. “El creciente uso de derivados es una de las principales razones para mantener la cautela, pero creo que la fortaleza fiscal de algunos mercados emergentes son causa de esperanza y optimismo”, apostilla Mobius.

 

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