Manuel Arroyo (JP Morgan AM): “Tenemos un país que no invierte, que no cambia de actitud, pero que no está contento con la rentabilidad de su dinero”

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El inversor es un animal de costumbres. Los años después del estallido de la crisis financiera malacostumbraron al ahorrador a rentabilidades muy jugosas sin apenas asumir riesgo. El problema es que ahora que la marea ha cambiado se resisten a cambiar. Tal y como revela el Primer Barómetro europeo de la inversión en rentas realizado por JP Morgan Asset Management, solo el 5% de los españoles ha cambiado su manera de gestionar su patrimonio con los años de tipos a cero, por debajo de la media europea. 

Irónicamente, esto se combina con una importante insatisfacción con los frutos de su cartera: uno de cada cuatro ahorradores sí le preocupa que sus ahorros pierdan valor, aunque no busca soluciones. “Tenemos un país que no invierte, que no cambia de actitud, pero que no está contento con la rentabilidad de su dinero”, lamentaba Manuel Arroyo, director de estrategia de J.P.Morgan AM para España y Portugal, en el evento de celebración de los 10 años del JPM Investment Funds- Global Income Fund

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Una pista de esa decepción puede estar en la manera de mover el dinero en España. El nuestro es un país más de ahorradores que de inversores: solo uno de cada cuatro encuestados afirma disponer de instrumentos de inversión, mientras que el resto declara tener sus ahorros en cuentas de efectivo y cuentas de ahorro. El ahorrador español es conservador, por lo que busca activos refugio. Tradicionalmente la renta fija gubernamental ha sido un cobijo tranquilo, pero ahora puede volverse en su contra. 

“En realidad los españoles con cierta capacidad de ahorro no están siquiera protegiendo su patrimonio, sino reduciéndolo con ese posicionamiento. Si en 2007 era posible obtener una renta de más de 4.500 euros con una inversión de 100.000 euros en un depósito bancario a tres meses, esa misma cantidad invertida en este año generaría cero euros, a lo que además se debería restar el impacto de la inflación al alza en la eurozona”, señala Arroyo. 

Y no es que se mantengan en vehículos conservadores de manera oportunista, sino que no actúan pese a prever que el escenario seguirá complicado un tiempo. Hasta el 64% de los encuestados españoles prevé que los tipos seguirán en niveles bajos durante algunos años, en línea con la media del 62% del resto de países europeos consultados.