Manual explicativo sobre tres herramientas para medir la volatilidad: el VIX, MOVE y VVIX

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Fuente: Eowyn_86, Flickr, Creative Commons

La crisis griega ha generado un notable incremento de la volatilidad en los mercados, tanto en los de renta fija como de renta variable. Sin embargo, medirla no siempre resulta una tarea sencilla, ya que el inversor no siempre tiene claro cómo están construidos y cómo interpretar los indicadores que tiene a su disposición. Según explica Pioneer Investments en su estudio ‘La volatilidad de la volatilidad: el aguijón de la cola’, existen tres índices clave para cuantificar la volatilidad que existe en el mercado. El primero es el índice MOVE. Fue elaborado por Merrill Lynch para medir la volatilidad implícita de los mercados del Tesoro estadounidense. Se trata de una media ponderada de la curva de rendimientos de la volatilidad implícita normalizada de las opciones a 30 días y refleja una estimación de mercado de la volatilidad futura del rendimiento del bono del Tesoro.

El índice MOVE constituye el equivalente del popular VIX, pero para el mercado de renta fija. Este índice tiende a operar entre 80 y 120. Un nivel inferior a 80 representa una complacencia extrema y uno superior a 120 representa el miedo extremo. El índice MOVE ha subido desde el cuarto trimestre de 2014 (ver gráfico 1). En el último año, los rendimientos que ofrecen los bonos del Tesoro americano se han reducido y las curvas se han aplanado a medida que ha aumentado la preocupación de los inversores respecto al crecimiento y la deflación. En caso de que los datos económicos sorprendan al alza, o de que la Reserva Federal cambie de ‘tono’, puede que los rendimientos se disparen y la volatilidad regrese a niveles más normalizados.

En VIX, por el contrario, es una medida de la expectativa de volatilidad del mercado a 30 días. Se construye empleando las volatilidades implícitas de una gran variedad de las opciones del índice S&P 500. Se trata de una medida de volatilidad a futuro y se calcula a partir de las opciones tanto de compra como de venta. El VIX es una medida muy utilizada del riesgo de mercado y con frecuencia se denomina ‘indicador del miedo del inversor’. Los valores del VIX superiores a 30 por lo general se asocian a una mayor cantidad de volatilidad debido a la incertidumbre o el miedo de los inversores, mientras que los niveles por debajo de 20 se corresponden por lo general con períodos de comportamiento del mercado menos tensos e incluso complacientes.

El tercer índice importante es el VVIX. Lanzado en 2007, se le define como el índice de volatilidad del VIX. El VVIX representa una volatilidad de la volatilidad en el sentido en que mide la volatilidad prevista del precio a 30 días del VIX. Este precio a futuro constituye el precio de un contrato de futuros del VIX hipotético que vence a 30 días. El VVIX ofrece a los inversores un modo de medir la prima de riesgo en los precios de las opciones del índice VIX, al igual que el índice VIX CBOE refleja la prima de riesgo de los precios de las opciones del índice S&P 500. El rango del VVIX se ha mantenido en general entre los 60 y los 140, con un promedio próximo a 85. Salvo con valores altos en el VIX, existe una escasa correlación entre las valoraciones del VIX y el VVIX. El rango del VIX, por su parte, se ha mantenido en general entre los 10 y los 80, con un promedio próximo a 22.

Tanto el VVIX como el VIX registraron máximos locales en octubre de 2008, durante la crisis financiera mundial que estalló ese año y el ‘flash crash’ de mayo de 2010. No obstante, en general, la relación entre sus variaciones es más débil que la relación entre el VIX y el S&P 500. Desde el ‘flash crash’ de mayo de 2010, el VVIX ha caído por debajo de 80 en escasas ocasiones, lo cual sugiere que tras el ‘flash crash’ se inició un nuevo régimen de volatilidad. Los participantes en los mercados parecen mostrar una mayor preocupación sobre el valor futuro del VIX.

"El alza del VVIX nos indica que el índice VIX experimenta una volatilidad cada vez mayor. El S&P 500 debería mostrar una volatilidad mayor de la prevista a consecuencia de esto. En un contexto de menor liquidez y de operaciones atestadas, la volatilidad de la volatilidad parece indicar el aumento de la probabilidad de que se produzcan sucesos extremos, lo que puede tener importantes implicaciones para la disminución del capital y puede hacer que los inversores se replanteen los niveles de riesgo que presentan sus carteras", afirman desde Pioneer Investments.

Como consecuencia de ello, en la gestora creen que cada vez será más importante que los inversores no solo se planteen el riesgo intrínseco para los escenarios de partida, capturados en la volatilidad de la cartera, sino también que contemplen el riesgo de los escenarios alternativos que se producen que tienen el potencial de provocar sucesos extremos más estrechamente ligados a la volatilidad de la volatilidad.

Volatilidad implícita en mínimos plurianuales para la renta variable y la renta fija. Fuente: Bloomberg.