MAAN en la ZOPA

Nuevo post del blog de María Folqué y Montserrat Formoso de Funds People.

Es tiempo de negociaciones, podrían anunciar los grandes almacenes sin equivocarse tanto como con la llegada de la primavera. Ya sea para constituir un ayuntamiento o para que no te echen de la Unión Europea ha llegado la hora de refrescar el abc que todos los que hayan hecho un curso de negociación recordarán. El MAAN o mejor alternativa a un acuerdo negociado (en inglés BATNA) marca el mínimo imprescindible que de no alcanzarse obliga a dejar la mesa. La ZOPA o zona de posible acuerdo viene marcada por el rango en el que se mueven las posiciones negociadoras. Dependiendo del tipo de negociación la ZOPA puede tender a un juego de suma cero o a una tarta que se expande, y en la que en teoría todas las partes salen ganando porque se crea valor. Aunque usted no lo crea, a diario está asistiendo a un mareo constante de MAANs y ZOPAs. Pero antes ya estaba Grecia, que es lo que tiene Grecia, que ya estaba allí antes. El problema de Grecia es que su MAAN, la devaluación, no le serviría mucho, porque así como mucha industria no tiene, y volverse más competitiva a base de dracmas no sirve de mucho porque no hay mucho que vender.

Consciente del MAAN, Yannis Varoufakis reclama en un artículo en Project Syndicate un “Discurso de la esperanza” para Grecia. Recuerda el ministro heleno que en 1946, el Secretario de Estado americano James F. Birnes pronunció un discurso llamado así en Stuttgart en el que proponía una Alemania reindustrializada que pudiera crecer de forma próspera, frente a los que pretendían dejarla en una arcadia rural y aplanada. Yannis pide inversión para desarrollar una industria que no hay, y pide también que nos olvidemos de nuestros reparos morales a la hora de ayudar a un país que puede no haber sido muy cumplidor. Al fin y al cabo, los americanos podían haber tenido reparos morales a la hora de reconstruir Alemania, pero no los tuvieron y mira que bien salió. Así que la persona que diera ese discurso (y gran parte de la pasta) debería ser, en su opinión, Angela Merkel, en plan buen rollo kármico o cadena de favores. La verdad es que el señor Varoufakis hace todo lo que puede por echarle sentimientos a la ZOPA, unas veces en forma de deuda histórica y otras de generoso perdón. De momento Ángela se hace la Ingebor y a lo mejor hasta le recuerda a Yannis que a diferencia de 1946 ya no hay una Unión Soviética en la frontera, sólo una Rusia orgullosa pero tocada, que se ha quedado hasta sin Blatter. Sígalo intentando don Yannis, usted es un hombre imaginativo y algún día dará con la tecla. Eso sí, del superávit primario mejor que nos vayamos olvidando.

Y con esas evidentes goteras internas, Grecia demora hasta el 30 de junio todos los pagos mensuales pendientes con el FMI cuyo primer desembolso debería haberse producido el viernes 5. Ya no se lleva lo del pago aplazado, igual es más de casta. Y aunque nunca se han dado casos de no pagar al FMI, raros son aquellos en que éstos no se realizan en los plazos establecidos. Parece que el último caso fue Zambia allá por los años 70.

Siguiendo con el FMI, el organismo también extiende sus recomendaciones a la política monetaria instando a la Reserva Federal de EE.UU. a que no suba los tipos hasta mediados de 2016. La economía se recupera con desequilibrios y, en palabras de Lagarde, “queda mucho por hacer”. Por ello, y a expensas de conocer los datos de empleo de mayo, desde la institución dicen que no hay argumentos que respalden un endurecimiento de las condiciones monetarias en la reunión de este mes, como tampoco los habrá para la de septiembre y diciembre. Total, que mejor terminar el año dejando a los inversores tranquilos, más si metemos en la coctelera variables como el efecto lastre de la fortaleza del dólar o el pinchazo de la economía china.

El FMI, en toda su sapiencia, añade a sus recomendaciones que tampoco conviene retrasar más de la cuenta la primera subida, no vaya a ser la que la inflación nos pille con la casa sin barrer y haya que acelerar los ajustes. Ni susto ni muerte en el juego de las siete y media con los mercados. Aquí tampoco caben ni los sentimentalismos ni las técnicas de negociación.

Buena semana,