“Mientras el mercado percibe que la renta variable europea es una clase de activo de escaso interés, muchos inversores ignoran el hecho de que el actual entorno, a pesar de ser cambiante, crea excelentes oportunidades a los inversores que sean selectivos”. Así lo creen Richard Halle y Daniel White, co-gestores del M&G European Strategic Value Fund, al mostrarse convencidos de que “ahora es un buen momento para entrar en el mercado de renta variable europeo”, al entender que estas compañías “no sólo son atractivas por su precio, sino que también por el hecho de que haber elevado significativamente sus beneficios desde mediados de los 80”, indica Halle.
En este sentido, el gestor considera que “las diferencias entre lo que el mercado está poniendo en precio y lo que las empresas están generando en términos de beneficios nunca ha sido más amplia”. Estas ineficiencias del mercado ha dejado al descubierto –en opinión de ambos expertos- interesantes oportunidades de inversión. “En este punto, nuestro objetivo es tratar de identificar a través de un estilo bottom-up aquellas compañías más infravaloradas de cada sector que tengan el potencial de regresar a un escenario de valoración normal que refleje la situación real de sus negocios”, afirma White. Detectar correctamente dónde están las oportunidades es clave, ya que “algunos valores son baratos por una buena razón”.
A juicio de los gestores de M&G Investments, el mercado ofrece actualmente oportunidades de tres tipos: “compañías cuyas acciones se han visto severamente castigadas por el impacto de la crisis de deuda soberana y que están cotizando a precios históricamente bajos (caso de Banca Popolare di Milano, Deutsche Bank y Allianz); empresas infravaloradas cuyo negocio se centra en mercados domésticos pero estables como el alemán o el escandinavo (entre las que cita a Hornbach) y, en tercer lugar, compañías con un negocio global que se benefician de la fuerte exposición del negocio que mantienen fuera del continente (caso de BMW o Heineken).