M&G Global Dividend o cómo evitar mirar sólo la alta rentabilidad por dividendo

La estrategia de invertir globalmente en compañías con un crecimiento sostenido de dividendos y estrategias de crecimiento a largo plazo han permitido que su gestor, Stuart Rhodes, alcance rentabilidades dentro del primer decil en los últimos tres años con el fondo M&G Global Dividend, que cuenta con 1.326 millones de euros gestionados. Así, el producto ha generado una rentabilidad del 32,8% desde su lanzamiento en julio 2008, superando a la media del sector Morningstar Global Large Cap Value Equity en un 20,6%. Además, esta rentabilidad se ha conseguido de forma consistente a pesar de las volátiles condiciones del mercado en los últimos tres años. 

Entre los secretos de su éxito destaca el hecho de evitar la tentación de invertir únicamente en compañías con una alta rentabilidad por dividendo, que a veces es un signo engañoso, centrándose también en sus fundamentales, en su disciplina económica y sobre todo, en el crecimiento de sus dividendos. “Es importante no cegarse por las rentabilidades altas por dividendos, ya que a menudo pueden ser una señal de que la empresa corre peligro o de que tiene un potencial de crecimiento limitado. Los altos dividendos pueden ser consecuencia de un crecimiento rápido del dividendo o de un colapso del precio de las acciones. La mayoría de las empresas que presentan las rentabilidades por dividendo más altas por desgracia suelen pertenecer a la segunda opción”, afirma el gestor.

Por eso, su método se centra en aquellas empresas que pagan un dividendo decente a día de hoy, pero que son capaces de aumentar sus dividendos a lo largo del tiempo y que suelen demostrar una disciplina de capital ejemplar. “Una meticulosa selección de activos basada en este método compensa al inversor tanto por la subida del precio de la acción como por los dividendos”, asegura el gestor. Así, como selector de compañías,  Rhodes se centra en los fundamentales de empresas que demuestran tener el compromiso de distribuir dividendos a sus accionistas y elige empresas que tengan el máximo potencial de aumentar sus dividendos, de entre tres categorías diferentes: “calidad”, negocios bien gestionados con un crecimiento estable de dividendos; “activos reales”, empresas con respaldo de activos y una buena disciplina de inversión de capital en industrias cíclicas; y “crecimiento rápido”, empresas de alto crecimiento que pueden incorporar dicho crecimiento en sus pagos de dividendos. Todas estas categorías han contribuido de forma positiva al comportamiento del fondo, que se encuentra bien diversificado en términos de sector, geografía y tamaño, lo que ayuda a disminuir el riesgo. 

“A largo plazo un crecimiento consistente del dividendo puede aportar una contribución significativa a la rentabilidad total (rendimiento de capital más dividendos) de una inversión en renta variable. Además, las empresas que incrementan su dividendo año tras año generalmente han sido recompensadas con subidas en el precio de su acción por encima de la media”, comenta el experto.

Rhodes apunta hacia Estados Unidos, de donde son 92 empresas, entre ellas  algunas firmas tan conocidas como Coca-Cola y Johnson & Johnson, que han mostrado al menos 25 años consecutivos de crecimiento en sus dividendos.  En los últimos 10 años, la rentabilidad total acumulada del índice S&P 500, incluyendo la reinversión de los dividendos, ha sido sólo del 31%. Quienes han invertido exclusivamente en empresas que han incrementado de forma consecutiva sus dividendos en los últimos 25 años han logrado una rentabilidad total  del 154%, de la que el 97% se debe a una apreciación en el precio de la acción. 

La buena noticia para los inversores es que la disciplina de capital es un fenómeno global: hay muchas compañías a nivel mundial que han demostrado ser capaces de mantenerla y de aumentar los dividendos año tras año. En Europa, Nestlé ha sido capaz de incrementar sus dividendos diez años consecutivos. Australia y Brasil son también mercados interesantes para inversores en dividendos gracias a un marco regulatorio muy favorable.