Los perfiles de profesionales de la inversión que demandarán las gestoras del futuro

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Para trabajar en la industria de la gestión de activos a día de hoy tendría más probabilidades un analista de datos (data scientist) que un economista. La tecnología está reformulando el modelo de negocio del sector y no se salva nadie del cambio. “A medida que la tecnología se convierta en la lingua franca, los profesionales de la inversión deberán hablar un idioma que no es el suyo y saber hacer las preguntas adecuadas”, vaticina Barbara Petitt, CFA, responsable de experiencia de aprendizaje de CFA Institute.

Ni siquiera quienes están consolidados en el mercado laboral confían en la estabilidad de su papel. Según una encuesta de CFA Institute, uno de cada dos banqueros privados cree que su papel cambiará sustancialmente en los próximos años. A medida que este cambio se afinque más, surgirán nuevos perfiles dentro del ecosistema financiero:

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¿Qué papel van a jugar en la industria? Pues todos tienen mucho que ver con la tecnología, pero no serán un sustituto de lo humano.

1. Fintech para ampliar el alcance de la gestora

El surgimiento del fintech se interpretó en un primer momento como una amenaza para la industria de la gestión de activos. La realidad ha sido que herramientas como los roboasesores o los pagos por móvil han demostrado más bien ser un complemento para su negocio. El asesoramiento automatizado, por ejemplo, ha abaratado los costes y abierto las puertas a este servicio a inversores hasta el momento ignorados. Curiosamente, las que más han triunfado han sido las que se han aliado con grandes firmas; las independientes siguen luchando por llegar a ser rentables.

2. La inteligencia artificial y el big data

Y los cambios que hemos visto hasta ahora no van a hacer más que acelerar. La inteligencia artificial ya es capaz de comprender datos desestructurados como imágenes o voz hablada. Aplicado a la industria de la gestión significa que los analistas y gestores pueden tomar decisiones más informadas. Ya no es contar camiones en un almacén, es acceder a tiempo real a información sobre el tráfico de mercancías gracias a sensores en tiendas o vía satélite.

3. En el trabajo en equipo está la respuesta

Una de las cosas en las que incide el análisis de CFA Institute es en romper el mito de que los robots sustituirán a los humanos. Ambos tienen sus puntos débiles y fuertes. La inteligencia artificial, por ejemplo, identifica con más precisión patrones en tamaños grandes de información. Pero luego su efectividad para aplicarlo a la inversión está limitada. Los profesionales de inversión de éxito en el futuro serán aquellos que trabajen en equipos que combinen ambos mundos. Hoy en día ya se están dando pasos en esa dirección. Vemos gestoras donde trabajan mano a mano los analistas cuantitativos y los de fundamentales en lo que se llama “quantamental”.

4. Sigue importando la formación

Donde sí hay riesgo de sustitución es en los responsables de tareas repetitivas y mundanas. Suelen ser los miembros menos cualificados de cada equipo. Desde CFA defienden que se seguirá valorando a los profesionales altamente cualificados porque en la ventana de 5 a 10 años aún no será posible la sustitución tecnológica completa.

5. La figura del innovador

Para encontrar ese punto dulce, surge la figura del innovador. Aquel que sirva de puente entre los equipos de inversión y los de tecnología. “Los profesionales en muchas ocasiones son especialistas y no están abiertos a colaborar a lo largo de otras disciplinas”, comentan desde CFA. Las soluciones de inversión que proponen los equipos de gestión cumplen con el core pero no siempre incorporan bien la última tecnología de big data o inteligencia artificial. Y lo mismo se puede decir de las soluciones lideradas por los departamentos de tecnología. El papel del innovador es mejorar la combinación de ambos mundos.