Tras rehuir los mercados durante varios años, los inversores han recuperado su apetito por la renta variable estadounidense. Lo evidenciaría los flujos de entrada que han registrado productos como el Nordea 1–North American All Cap, fondo de inversión que sigue un enfoque único de Valor y Crecimiento Razonable (VARG) que combina un estilo de gestión clásico orientado al valor con la búsqueda de catalizadores de crecimiento y que, pese a su escaso año de vida, acaba de superar los 500 millones de dólares en activos bajo gestión.
“Sin duda, el actual entorno de lento crecimiento en todo el planeta crea unas condiciones favorables para invertir en empresas estadounidenses”, asegura Ed Cowart, cogestor del fondo. “La clave para invertir en el actual contexto económico es comprar acciones con unas perspectivas de crecimiento razonables que coticen con un ligero descuento en comparación con la media histórica de empresas del sector, independientemente de su capitalización de mercado”, asevera el experto. Con una rentabilidad del 28% desde su creación, el fondo supera en más de un 4% a su índice de referencia, el Russell 3000 – Net Return Index.