Los gestores son positivos con la deuda española ante las elecciones en Italia

Las elecciones del domingo y lunes serán decisivas para la gobernanza de Italia durante los próximos años, pero también para las carteras que invierten en deuda del país, y de otros de la perifieria europea. Lo que está en juego es una gobernabilidad o ingobernabilidad que podría devolver a los mercados parte de la tensión que no sufrían desde hace meses. Pero los gestores españoles de renta fija creen que el contagio será limitado en España, si bien la victoria de Berlusconi sería el peor escenario para el bono nacional.

En caso de que alguna sorpresa negativa disparara la prima italiana, las consecuencias podrían ser incluso positivas para la prima española, al reducirse el gap entre ellas. Si la volatilidad disparara una oleada vendedora en ambos mercados, sobre todo si Berlusconi gana, los gestores aprovecharían para comprar deuda nacional en la medida en que confían en un escenario positivo en 2013, más allá de las incertidumbres cortoplacistas. La oleada compradora solo ocurriría con una holgada victoria de la centroizquierda, y la alianza con Mario Monti, que aseguraría políticas de continuidad.

El grupo de Monti se encontraba en cuarto lugar en las últimas encuestas conocidas el pasado 8 de febrero (en Italia no se publican sondeos electorales en los 15 días previos a las elecciones), por detrás de la alianza de centroizquierda liderada por Bersani (con el 34%-38% de los votos), el grupo de Berlusconi (24%-30% de votos) y el movimiento antisistema 5 Estrellas del actor Beppe Grillo (16% de los votos); de ahí que las quinielas vaticinen esa alianza Bersani-Monti. Pero, de cumplirse, es clave la estabilidad de un grupo heterogéneo, que integra desde economistas liberales hasta keynesianos. Además, la victoria en el Parlamento ha de interpretarse junto con el signo que adopte el Senado, pues, de ser contrario, complicaría el escenario político.

Así, la ausencia de un Gobierno fuerte podría asustar a los mercados, disparándose la prima de riesgo italiana. Al estar muy estrechamente ligada a la política italiana, esa situación beneficiaría a España en la medida en que el bono reduciría su diferencial con el del país transalpino. “Parte de los inversores italianos podrían buscar refugio aquí. España cuenta con estabilidad política, está haciendo ajustes y coloca bien sus emisiones”, explica Fernando García de la Serrana, director general de Gestifonsa, sociedad gestora del grupo Banco Caminos.

Contagio poco significativo

Con todo, el experto señala que los mercados han mantenido estable el diferencial (de unos 80-100 puntos básicos), lo que quiere decir que no descuentan sorpresas demasiado negativas en Italia. En cualquier caso, no ve riesgo de contagio directo para el bono español y los gestores de la entidad seguirán expuestos, estrategia que asumieron desde el verano y que han fortalecido el pasado enero debido “a su rentabilidad aún atractiva y riesgo cada vez más limitado en la medida en que se reducen las incertidumbres de financiación de la economía española”.

David Ardura, gestor de renta fija de Gesconsult, descarta un fuerte contagio en España: aunque reconoce que la incertidumbre puede afectar a los dos países, el efecto será muy cortoplacista. “Hasta las elecciones vemos volatilidad en los mercados de renta fija español e italiano, pero son distorsiones de corto plazo”. El gestor cree que el complicado escenario en Italia no evitará una política continuista y la ejecución de reformas que ya no dependen de los países, sino de las autoridades supranacionales. “El desapalancamiento está por encima de las ideologías”. En la gestora llevan tiempo aprovechando las distorsiones para comprar tramos largos de la curva de deuda pública española, pues en 2013 estiman un escenario positivo.

Corrección con Berlusconi

Nuria Pose, gestora de renta fija de Inverseguros, coincide en que habrá volatilidad a corto plazo, y ha tomado medidas. Ha recortado posiciones en renta fija española para reducir el riesgo en las jornadas preelectorales. “En el caso de una victoria inesperada de Berlusconi o muy ajustada del centroizquierda, la probabilidad de una fuerte corrección es elevada. Si Berlusconi cumple con lo prometido, toda la confianza que hemos recuperado en el sur de Europa se esfumaría”, vaticina. Está de acuerdo María Morales Calvo, gestora de Banco Madrid, en que el contagio a España solo se produciría si hay "un incremento brusco de la prima italiana por una sorpresa mayúscula como la victoria de Berlusconi". Pero, ante un repunte de la deuda española por la crisis en Italia, ambas aprovecharían para comprar.

Pose vislumbra el otro escenario, el de un resultado electoral que dispare las compras. “Una victoria más holgada del líder de centro izquierda Bersani podría conllevar una alianza con el tecnócrata Monti y generar una nueva ola de compras en la deuda periférica”, explica.

Preferencia por deuda española

Los gestores prefieren la deuda española frente a la italiana por la estabilidad política y la política de reformas. “La situación macro en España es delicada, pero estamos asistiendo a una mejora de los desequilibrios económicos que parece se están subsanando mucho más rápido que nuestros vecinos, por lo que preferimos la inversión en nuestra deuda frente a la italiana”, dice Pose. “Tenemos deuda italiana en las carteras pero sobre todo española porque creemos que el diferencial entre ambos se estrechará”, dice Ardura. "No tenemos deuda italiana", dice Morales.

Recientemente, Crédit Agricole mostró la misma postura, pues “la posibilidad de un resultado no concluyente en el Senado italiano es muy elevada", una inestabilidad política que tendría riesgo para los bonos del país. En Morgan Stanley coinciden pero también destacan la inestabilidad ligada a la hetereogénea composición de la Cámara Baja. Aunque considera que cualquier político tendrá que continuar con los ajustes fiscales, la entidad dice que el ritmo de las reformas económicas sí estará relacionado con el signo del nuevo Gobierno.