Los gestores orientan sus carteras a las bolsas de EEUU y emergentes ante la crisis europea

Los inversores globales están respondiendo a los problemas de la eurozona orientando sus carteras hacia la renta variable de los mercados emergentes y de EEUU, según refleja la encuesta de gestores de BofA Merrill Lynch correspondiente al mes de noviembre. El estudio, en el que participaron 258 gestores con activos de 665.000 millones de dólares, muestra cómo han elevado su exposición a renta variable desde octubre (un 5% las infrapondera desde el 7% hace un mes), si bien el apetito varía por regiones.

 

Así, mientras en EEUU y en emergentes la sobreponderación se ha triplicado -desde el 6% al 20% en el primer caso y del 9% al 27% en el segundo-, la eurozona ha profundizado su condición de región menos popular: si en octubre era infraponderada por el 1% de los gestores, ahora lo hace el 30% del panel. El dato se explica por la proporción de gestores europeos que prevén una recesión regional, que se ha doblado desde el 37% hasta el 72%.

 

Sin embargo, los miedos a una recesión global se han suavizado y el 31% espera que la economía global evite la recesión, desde el 35% del mes anterior. “Los inversores muestran confianza en el crecimiento emergente y resistencia en EEUU, algo clave para retener el sentimiento positivo”, comenta Michael Hartnett, responsable de estrategia de renta variable global en BofA Merrill Lynch Research. Detrás del incremento de la exposición a emergentes está la creciente fe en la resistencia de la economía china, pues más tres cuartos de los inversores –el 78% en total- esperan ver en el gigante asiático una suave desaceleración y crecimientos por encima del 7% en 2012. Además, los miedos a una alta inflación también se han reducido.

 

Esa confianza con respecto a los emergentes también se refleja en una mayor asignación a materias primas (desde infraponderación a neutral) y renta variable relacionada con las mismas, así como acciones relacionadas con la energía –sobreponderadas por el 20% desde el 11% de un mes antes- y los materiales –infraponderados por el 1% desde el 9% de octubre-.

 

Un cambio destacable en la encuesta es la percepción de la política monetaria: ahora, y por primera vez desde marzo de 2009, los inversores predicen que los tipos de corto plazo bajarán en 12 meses. El 5% cree que en un año serán más bajos que ahora, frente al 9% que creía hace un mes que serían mayores. Una señal de que las preocupaciones inflacionistas se han suavizado y que la deflación vuelve a estar en la mente de los gestores. Con respecto a la deuda estadounidense, el 53% cree que habrá otra bajada de rating antes de finales de 2013, con el 36% esperando un cambio ya en 2012.