Los gestores de bolsa ibérica empiezan a mirar el sector bancario pero no se deciden a invertir

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Funds People

“El sector financiero fue el pulmón de la economía española hace años pero ahora ha de reconvertirse y reinventarse para encontrar otras palancas de crecimiento en el futuro”. Estas palabras de Gonzalo Lardiés (en la foto, a la izquierda), gestor del fondo Banco Madrid Ibérico Acciones, resumen el reto que tiene por delante el sistema financiero español y ante el que los gestores de renta variable han adoptado un estado de espera. Aunque reconocen que han empezado a buscar oportunidades, son pocos los que tienen bancos españoles en sus carteras.

De los tres gestores de fondos de bolsa ibérica que participaron en la segunda Conferencia de Inversiones organizada por Morningstar en Madrid, solo Iván Martín (en la foto, a la derecha), director de Renta Variable de Iberia de Santander Asset Management, tiene bancos en sus carteras. Y esas posiciones son más bien la herencia de la anterior cartera del fondo, que gestiona desde hace unos meses, cuando se incorporó a Santander desde Aviva Gestión. Martín explica que, en su intento de desligar la anterior cartera del Ibex 35 e introducir más ideas propias basadas en las perspectivas a medio y largo plazo que caracterizan su estilo de valor, ha vendido posiciones en bancos, aunque aún le quedan tres: Santander, BBVA y CaixaBank.

Martín reconoce que, a pesar de que aún muy pocos se atreven a entrar en bancos (la cobertura de compra del sector es la más baja a nivel mundial, pues no llega al 10%, dice), el sector empieza a generar interés. “La mayoría cotiza por debajo de su valor en libros, está en mínimos históricos y algunos han caído un 95% desde niveles máximos y eso es muy difícil de recuperar, pero es un sector que atrae”, y por eso está a atento a potenciales oportunidades.

Fernando Bernad (en la foto, en el centro), gestor de Bestinver AM, también reconoce que están mirando más profundamente aunque aún no han invertido. “Si lo hacemos en algún momento no tendríamos el grado de seguridad con el que nos gustar invertir”, dice, por lo que, aunque tienen alguna posición en Bankinter, dicha posición está ligada más bien al negocio de seguros. Por ello cree que se puede decir que "Bestinver aún no está invertido en bancos". También tiene Mapfre y Catalana Occidente en su cartera.

Lardiés afirma que la inversión en bancos sería atractiva teniendo más en cuenta “su infravaloración que la rentabilidad de su negocio a medio y largo plazo”. Y, de invertir, algo que aún tampoco hace, preferiría la parte más ligada a la economía española que a la global. “Si tuviera que comprar el negocio de Santander y estuviera separado entre España y el exterior, compraría la primera parte porque cotizaría a ratios más atractivas. El gran descuento que tendría me haría sentir más tranquilo”, explica. También Martín coincide en que a largo plazo las mejores ideas podrían ser las de negocios más ligados a España, aunque matiza que habrá bancos domésticos que tendrán que afrontar grandes retos y necesidades de capital.

Un 75% de potencial en la cartera de Bestinver

En general, Martín y Bernad son positivos con las oportunidades que puede brindar el mercado español este año. Al margen de la rotación que está haciendo Martín en el fondo de Santander AM que gestiona desde hace meses, cree que los entornos complejos son un tópico y que al final crean buenas oportunidades a futuro. "Son dos caras de la misma moneda”, dice.

En Bestinver, que cerraron el año pasado con subidas del 12% en su fondo ibérico y en lo que va de año acumulan el 9%, también son positivos y creen que su cartera conserva un potencial atractivo, pues la valoran un 75% por encima del valor liquidativo actual. Un optimismo que les está llevando a realizar ligeros cambios desde negocios más ligados al exterior a otros más relacionados con España, pues son “algo más positivos con respecto a la economía española”, según adelantaron en su última conferencia anual.

Sin embargo, Lardiés trata de ser “lo más defensivo posible” y tener poca exposición al ciclo. “El riesgo regulatorio e impositivo campa a sus anchas por todos los sectores y las empresas están inmersas en una economía deflacionaria y de depuración de excesos”. Ve oportunidades en pequeñas compañías, sin menospreciar otras más grandes y de calidad, como Inditex.

La lección de Pescanova

Los profesionales también han sacado algo en claro de lo ocurrido con Pescanova. Para Martín, ha demostrado la necesidad de “proteger la parte de riesgo de las carteras y no solo mirar la rentabilidad”. “Hay dos formas de perder capital: una es participar en burbujas y otra los fraudes, más difíciles de controlar aunque no es excusa para no hacer bien nuestro trabajo”, dice. Lardiés considera que a lo largo de la historia siempre ha habido fraudes, “inherentes al mercado”, y que hay que ir con cautela y poner atención a la parte no solo cuantitativa, sino también cualitativa de las compañías, que es la que ha salido a flote en Pescanova. En este sentido, cree que un mayor control de la información que dan las empresas sería deseable.