Los gestores aceptan más riesgo, pero fuera de Europa

Las perspectivas para la economía global siguen siendo positivas pese al fuerte deterioro del sentimiento de los inversores en Europa, según la encuesta de julio de BofA Merrill Lynch elaborada a partir de las opiniones de 265 gestores y asignadores de activos con un volumen bajo gestión de 792.000 millones de dólares. Así, el 19% del panel cree que se fortalecerá en los próximos 12 meses, un porcentaje que ha crecido en los últimos dos meses, desde el 10% de mayo. Además, el 11% predice mayores beneficios corporativos el próximo año, desde el 7% que lo hacía en junio.

 

Sin embargo, los miedos sobre la crisis de deuda soberana han llevado el pesimismo sobre la economía europea a niveles máximos desde el inicio de los problemas, pues casi dos tercios de los gestores lo identifican como riesgo número uno (64% frente al 43% de junio). Además, el 22% de los gestores de la encuesta regional europea esperan que la economía se debilite el próximo año, la lectura más negativa desde abril de 2009. De ahi que los inversores europeos hayan reducido posiciones en numerosos sectores, sobre todo en bancos, infraponderados por el 57%, frente al 33% de junio, el nivel más bajo desde febrero de 2009.

 

Por todo ello, los gestores globales han recortado posiciones en renta variable de la eurozona para incrementarlas en EEUU, donde consideran que una tercera ronda de relajación monetaria sigue siendo improbable si bien la mitad del panel cree que si el S&P 500 cae más del 20%, por debajo de los 1.100 puntos, será necesaria. También han mejorado sus perspectivas con respecto a Japón y los mercados emergentes, estos últimos sobreponderados por el 33% de los gestores, un 10% más que en junio, y la región favorita de los inversores, pues además las preocupaciones sobre China se han diluido (el 24% precide un menor crecimiento en el país el próximo año frente al 40% del mes anterior). Con respecto a Japón, ahora lo sobrepondera el 2% de los gestores, frente al 22% de infraponderación en junio.

 

En total, los asset allocators incrementaron en julio sus asignaciones a renta variable global (35% de sobreponderación frente al 27% un mes antes), pero el apetito de inversión se vio limitado por las pobres condiciones de contratación, las peores condiciones de liquidez y de visibilidad –el 35% dice que su horizonte de inversión esl más corto del normal desde el 26% de junio y la peor lectura desde mayo de 2010-. Por eso, el nivel de riesgo asumido aún está por debajo de la media: el 21% del panel toma ahora un riesgo menor al de su índice de referencia, frente al 26% de junio. El incremento de posiciones hacia renta variable se vio compensado por una reducción de las posiciones en bonos (infraponderados por el 45% desde el 35% de junio).