"Los emergentes recogen los frutos de la disciplina fiscal aplicada tras la crisis de los 90"

En un contexto marcado por el alto endeudamiento de los países desarrollados, uno de los puntos fuertes de los mercados emergentes reside en su menor deuda y déficits que, según Rajeev De Mello, director de inversiones en Asia de Western AM, filial de Legg Mason, podrían ir incluso a menos. “Después de la crisis de finales de los 90 los países en desarrollo se vieron obligados a equilibrar sus cuentas y a introducir mucha disciplina en sus sistemas fiscales y ahora recogen los frutos, pues se encuentran en un estado de salud financiera envidiable”, afirma el experto.

Entre las razones que arguye, destaca su potencial exportador, la “historia de materias primas” y el factor demográfico, pues cuentan con una mejor ratio entre fuerza de trabajo y población que impulsará la productividad al menos durante la próxima década. Sin embargo, De Mello cree que, si bien puede hablarse de una clara disociación en términos de crecimiento, es difícil hablar de un desacoplamiento entre mundo desarrollado y emergente en tiempos de crisis, debido al impacto que la volatilidad tiene sobre la confianza, el efecto negativo de las repatriaciones de capital desde el mundo desarrollado y el frenazo de las importaciones asiáticas.

Aun así, De Mello cree que, si bien el actual sentimiento de aversión al riesgo puede ser una amenaza para la renta variable, no lo es para el mercado de deuda emergente, pues los bonos lo han hecho bien en las últimas semanas. “Se ha producido una descorrelación entre renta fija y variable y también entre acciones y divisas, pues, desde la crisis de Dubai, los países han aumentado la cautela sobre el gasto y ese factor favorece a Asia”, indica. Tampoco cree en la amenaza de un menor crecimiento, pues, aunque se moderará, los niveles seguirán ´"atractivos y sostenibles".

Y es que De Mello no cree en la recesión global, sino más bien en un contexto de lento crecimiento. “La Fed no subirá los tipos en EEUU en lo que resta de 2010 ni en 2011, y tampoco lo harán el BCE ni el Banco de Japón”, un factor positivo para la economía. Sin embargo, los mercados emergentes sí lo harán, aunque de forma comedida para no presionar demasiado el crecimiento. “India ya los ha subido varias veces, así como Malasia, pues han de normalizar los tipos porque no tiene sentido que estén tan bajos cuando existen presiones inflacionistas procedentes de las materias primas”, afirma. Las consecuencias de estas políticas se manifestarán de forma negativa en las exportaciones, pero serán positivas para el crecimiento doméstico y para el comercio entre ellos. En este sentido, De Mello cree que la flexibilización china del yuan vendrá bien a otros países.

Apuesta por la deuda emergente

Por todo ello, el experto confía en la deuda pública emergente. “Las rentabilidades son interesantes y cuentan con el potencial de revalorización de las divisas”, además de considerar que las reservas acumuladas en los últimos años suponen una fuerte protección para las cuentas estatales. De hecho, la cartera de su fondo Asian Opportunities está compuesta en un 23,5% por deuda corporativa (el 20% con grado de inversión y el 3,5% high yield) y el resto, en deuda pública. Un mercado que puede verse favorecido por unas emisiones menores de las esperadas, si bien en 2010 podrían elevarse, y una fuerte demanda. “Las compañías emitirán más deuda que los gobiernos”, afirma De Mello.

Estas inversiones podrían ofrecer retornos atractivos, de hasta el 11%, procedentes de los cupones (en torno al 5%), la revalorización de las divisas (entre el 3% y el 4%) y el riesgo de crédito (entre el 1% y el 2%). Entre sus divisas favoritas figuran el won coreano y el yuan chino, una partida que podría llegar a suponer el 20% de la revalorización total de este tipo de fondos.

Bancos saneados

Por países, el fondo cuenta con una exposición del 20% a Corea del Sur, seguido de Indonesia (17%), por su calidad y alta rentabilidad, Hong Kong (12%) y Taiwán (10%). “Miramos los sectores a la vez que los países: por ejemplo, en Indonesia es interesante el negocio del carbón, en Malasia del petróleo, en Corea y en India el financiero…”, afirma. De hecho, cree que los bancos de la región están baratos y saneados.

El fondo, que gana el 23% desde su lanzamiento (23% en dólares y el 25% en euros), está logrando una rentabilidad en lo que va de año del 6,6%, con una volatilidad cercana al 7%, menor a la de los mercados emergentes y a la de la deuda high yield. “Ahora hay incluso más riesgo en Europa”, indica De Mello.