“Los emergentes empañan el optimismo de los mercados”, avisan en Threadneedle

Kamil Molendys, Unsplash

Los analistas de Threadneedle, gestora británica con varios fondos registrados y distribuidos en Latinoamérica, plantean un escenario favorable para las economías desarrolladas, pero advierten que “el optimismo del mercado sigue empañado por la incertidumbre en los mercados emergentes”. En concreto, en estos países “las pequeñas crisis periódicas han obligado a los bancos centrales a adoptar medidas contundentes para apuntalar sus divisas, a menudo a expensas de las perspectivas de crecimiento interno”. Explican que tendrán que superar nuevos obstáculos derivados de la reducción del estímulo de forma paulatina por parte de la reserva Federal.

En cualquier caso, “las perspectivas de crecimiento siguen reduciéndose en los países emergentes, sobre todo en China, que registra un crecimiento del PIB inferior al objetivo oficial del 7,5%”. Creen los expertos de la casa británica que “las recientes medidas de estímulo anunciadas tendrán sólo un impacto positivo mínimo”. Así, revisan la proyección de crecimiento del gigante asiático hasta el 7%. “Parece que la moneda sigue viéndose más afectada por el banco central que por las fuerzas del mercado. Los retos estructurales a los que se enfrenta la economía china siguen aumentado, con una sobreoferta en el mercado inmobiliario y un rápido crecimiento del crédito como algunos de los principales factores”. También mantienen preocupación con Rusia por el conflicto con Ucrania, y esperan que aunque podría aumentar el superávit de su balanza comercial por mayor debilidad tanto de su divisa como de la demanda interna, recortan a la baja la previsión de crecimiento hasta el 0,2% para 2014.

Un paso adelante, dos atrás

Así titula el informe de mercados de Threadneedle el apartado para Estados Unidos. “Justo cuando se elevaron las expectativas para 2014, la economía estadounidense se enfrentó de lleno a un vórtice polar, que provocó la congelación de la actividad. El bajo dato inicial del PIB del primer trimestre del 0,1%, impulsado solamente por el fuerte consumo en atención sanitaria y servicios públicos, causó espanto”. Así, la dinámica tendría que acelerarse, aseguran, para que se pueda alcanzar la previsión de la Reserva Federal de una expansión del PIB norteamericano del 3%.

Recuerdan que la confianza de los consumidores ha mejorado, sin embargo se necesitará un mayor crecimiento de los ingresos para que se produzca una subida del nivel de consumo. “Una corriente de opinión considera que los parados de larga duración no deberían tenerse en cuenta en la ecuación y, por tanto, aparecerán presiones salariales en varios sectores de forma inminente. Otros consideran que pueden crearse puestos de trabajo para todos aquellos que buscan empleo de forma activa y, por consiguiente, la política puede mantenerse ultraacomodaticia en el futuro próximo. El tiempo lo dirá”, añaden.

Por su parte, la actividad de la vivienda “sigue avanzando a trompicones”, mientras que la reciente mejora del crecimiento de los préstamos comerciales  e industriales “sugiere que la mejora del gasto de capital podría acelerarse”.

Las expectativas han mejorado al alza por parte de Threadneedle con la zona euro, aunque con “riesgos alcistas en España y Alemania”, pero la recuperación se ha tornado más generalizada. Eso sí, arguyen que hay debilitamiento del entorno externo y riesgos con Ucrania, mientras que el crecimiento potencial “seguirá siendo anémico” hasta bien avanzado el año 2015.

El escenario de la zona euro es muy diferente al que vivió Japón en los 90, pese al riesgo de deflación, exponen los analistas de la firma europea. No obstante, “una política monetaria más acomodaticia contribuiría con toda seguridad a apaciguar los miedos, especialmente si se tiene en cuenta que la experiencia vivida en Japón muestra lo difícil que resulta salir una vez que se cae en deflación”.

En casa “ya no se juega con fuego”. Para Threadneedle, en Reino Unido “el quinto trimestre consecutivo positivo y el aumento en la tasa de crecimiento interanual a más del 3% son buenas noticias, aunque el hecho de que el nivel del PIB real se siga situando un 0,6% por debajo del nivel máximo registrado a finales de 2007 pone las cosas en perspectiva”.

Por último, para Japón empiezan señalando que son tiempos arduos para los analistas, ya que el impacto del impuesto al consumo “complicará la tarea de calibrar el ritmo subyacente de crecimiento”. El Banco de Japón, por su parte, “ha actuado revisando ligeramente a la baja las previsiones de crecimiento, en consonancia con el descenso que registran las encuestas económicas, y considera que, en general, la subida de impuestos no echará por tierra la recuperación. Las primeras muestras anecdóticas sugieren que el impacto inicial ha sido menos grave de lo que se temía”.