Los dos posibles escenarios que afronta el crecimiento europeo según Roubini

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Peter Ito, Flickr, Creative Commons

Un euro barato, la acción cuantitativa del BCE junto con tipos bajos por más tiempo, la menor austeridad de algunos países y la caída de los precios del petróleo contribuirán a dar el impulso definitivo a la débil recuperación europea. Este mantra se lleva repitiendo a lo largo de todo el año. Sin embargo, hay quien pone en cuestión la fortaleza de dicha recuperación, y es un viejo conocido por todos: Nouriel Roubini. Su firma, Roubini Global Economics, ha elaborado junto con ETF Securities un informe en el que se abordan los obstáculos con los que pueda tomarse la zona euro en los próximos meses, y elabora tres escenarios diferentes en los que Grecia juega un papel fundamental. 

“Hasta que las negociaciones sobre la deuda griega entraron en territorio de crisis, la eurozona estaba en medio de una débil recuperación cíclica que comenzó hace dos años, apoyada por el consumo doméstico, menos austeridad y, en menor medida, las exportaciones netas, al beneficiarse la región (especialmente países clave como Alemania) de la debilidad del euro”, resumen los analistas de ambas firmas. Una vez que ya se ha advertido la posibilidad real de Grexit, opinan que “las autoridades tendrían que haber hecho mucho más para apoyar la demanda agregada”. Por ello, para prevenir potenciales riesgos a la baja, su previsión es que el QE del BCE se extienda más allá de 2016 (la fecha oficial de finalización es en septiembre del año que viene) y que el euro siga abaratándose contra el dólar a un ritmo moderado. 

En este entorno, el tándem ETF Securities - Roubini Global Economics traza dos posibles escenarios. En el primero, que es el escenario base y el que creen que se está desarrollando en el presente, se contiene el riesgo de contagio, de tal forma que el impacto de los controles de capital y el cierre de los bancos en Grecia sobre otros países periféricos es marginal. “De hecho, puede que Alemania y Francia se comporten ligeramente mejor debido a la relajación de las condiciones financieras como consecuencia directa de los tipos inferiores para impulsar la inversión en el sector privado”. En el caso de España e Italia, los expertos observan que “un euro más débil podría compensar ligeramente los tipos más altos, limitando el impacto sobre el PIB”. En resumen: el impacto de la última crisis griega sobre la eurozona no causaría una gran diferencia sobre las tasas de crecimiento anuales, por lo que la zona euro “continuaría con su recuperación cíclica y moderación en 2016”. 

El segundo escenario contempla el impago definitivo de Grecia pero sin salida del euro. “Grecia impagaría algo de su deuda y, como resultado, habría movimientos en la rentabilidad de los países que san susceptibles tanto de flujos hacia refugios como por contagio”. En opinión de ambas firmas, este escenario “es más probable cuando se desbarate el tercer rescate a Grecia”, y de producirse esta situación “veríamos efectos de contagio más grandes y significativos en toda la eurozona”. 

De cumplirse esta previsión – sobre todo si se cumple en 2016-, los países más afectados serían Italia y España. Según cálculos de los expertos, perderían un 0,5% y un 0,3% respectivamente de crecimiento. “Italia se vería afectada a través de una combinación del empeoramiento de la balanza comercial y la caída de la inversión, y España sobre todo a través de la inversión”, resumen. En el caso de nuestro país, el daño podría ser causado por “una subida del coste real del capital al incrementarse los tipos”. 

Ambos países no están solos, pues se calcula que, de materializarse este escenario, Alemania y Francia tambiénn perdería crecimiento por una caída del comercio entre países de la eurozona. “Sin embargo, el menor coste del capital incrementaría la inversión del sector privado, llevándole a beneficios netos en 2016”, comentan desde ETF Securities y Roubini Global Economics. 

En conjunto, de materializarse esta segunda hipótesis ambas firmas calculan que la previsión de crecimiento de la zona euro se reduciría en un 0,1% para 2015 y un 0,4% en 2016, asumiendo que funcionasen los cortafuegos habilitados para evitar un efecto contagio. En cambio, creen que el resto de Europa podría beneficiarse de los flujos hacia activos refugio, con un impacto añadido entre el 0,2% y el 0,3% sobre el crecimiento previsto en 2016. A continuación, puede consultar en el mapa las distintas previsiones de crecimiento trazadas por la firma de Roubini para el próximo ejercicio.

Además, recomienda a los inversores vigilar de cerca dos acontecimientos: las negociaciones del gobierno griego y sus planes de reforma y las elecciones generales en España: "Un alza de Podemos podría llevar a temores en el mercado y pesar sobre el crecimiento a través de una redución en la inversión".