Los depositarios de planes de pensiones han de controlar a la gestora, según los expertos

La industria de fondos de pensiones española tiene un tamaño moderado y por ello, la oferta y demanda de servicios es limitada. Además, la labor del depositario y el valor añadido que puede aportar no se conoce bien y por eso, varios expertos reunidos en el VII Foro de Fondos de Pensiones de Empleo organizado por Mercer y celebrado recientemente en Madrid hicieron un llamamiento a la colaboración entre Comisiones de Control, gestoras y depositarios que impulse el crecimiento de la industria.

 

En primer lugar Antoni Canals, presidente de la Comisión de Control del fondo de empleados de La Caixa, aseguró que las Comisiones de Control hablan poco con los depositarios, debido a falta de confianza, creencia de que ya lo hace la gestora o desconocimiento, y sólo obtienen información del depositario a través de la gestora. El experto considera que la relación debe ser más sólida y que las comisiones deben conocer las fusiones y valor añadido de los depositarios. Caixa Bank, que vendió el negocio de depositaría de fondos de inversión y planes de pensiones individuales, aún mantiene la depositaría de los planes colectivos de empleo.

 

En este sentido, Canals explicó que las funciones deben consistir tanto en la custodia y administración de valores como en el control de la gestora. “Hay controles que se escapan a la Comisión, pues hay más de 700 controles diario” -relativos a los tipos de la inversión, las operaciones, la liquidación, el cumplimiento de la política de inversión del fondo, etc-, explicó Canals. El experto también cree que es el depositario el que ha de gestionar las relaciones de la Comisión de Control con las empresas en las que invierten los planes, en temas como el acceso a las juntas o el ejercicio de los derechos del voto. Además, señaló que su función es aportar información contable y de otro tipo al supervisor (la Comisión General de Seguros y Fondos de Pensiones).

 

“El control en este sentido no existe como tal: el partícipe sólo recibe informes de las gestoras, pero el problema está en el control de la eficiencia y del cumplimiento de los planes”, que según Canals tendría que hacer el depositario. “¿Estamos seguros de que se liquida al mejor precio, de que los costes operativos son los mínimos y de que se opera directamente en divisas?”, reflexionaba el experto. Por todo ello, cree que un mejor control de la eficiencia puede suponer varios puntos de rentabilidad al año.

 

Entre el 0,03% y el 0,06%
En concreto, Xavier Bellavista, director del área de Inversiones de Mercer en Barcelona, calcula que contar con un buen depositario que limite los riesgos operacionales y sea eficiente en la operativa puede ahorra costes que se traduzcan en entre 3 y 6 puntos básicos, algo que “vale la pena”. El experto añadió que “las depositarias no deben ser sólo una hucha ni limitarse a hacer la contabilidad, sino que deben relacionarse con los fondos de pensiones aportando información y muchas otras cosas a través de un abanico de actores y procesos”.

 

Además de hablar de la eficiencia de la operativa (operativa, liquidación, depositaría, control de riesgos, gestión de divisas, gastos de brokerage, tipo de cambio, precios de ejecución de compra y venta…) y su importancia para ahorrar costes, Bellavista trató la limitación de riesgo operacional, en el que el depositario ayude a conocer mejor a la gestora, su estructura y sus características. También se centró en la estructura y las comisiones del depositario. Como tendencias en el mundo de los custodios, de forma global, habló del fin de la reducción de los gastos explícitos, de una mayor transparencia que limita los aspectos ocultos o gastos implícitos, el coste de cambios regulatorios como Basilea III y los riesgos legales y de mercado.

 

Aportar valor mediante la especialización
Elena Mesonero, responsable de inversiones institucionales en España de BNP Paribas, se centró en cómo los depositarios pueden aportar valor a los planes de pensiones, y defendió la figura del depositario y administrador especializado, que es que se utiliza mayoritariamente en Europa y Latinoamérica. Para la experta, el depositario ha de dar seguridad a los inversores (controlando tanto el asset allocation como toda la cartera) y también transparencia, ayudando a la gestora a ser más transparente tanto con el partícipe como con el regulador. De hecho, cree que sus funciones están cambiando: al igual que Canals, defiende que han de ir cada vez más dirigidas a la supervisión y vigilancia de la gestora, para asegurar que se ajusta a los folletos y a los estándares del mercado. “El depositario ha de hacer la custodia de activos pero también labores de supervisión y vigilancia”, explicaba. “Si la gestora sabe que el depositario está en la Comisión de Control, tendrá que dar la talla”, indicó.

 

Mesonero aseguró que los depositarios ofrecen protección de activos –distinguiendo entre los instrumentos financieros del cliente, los de la entidad y los de terceros-, valoración de las carteras, ayudan a controlar los riesgos y a ser más eficientes –contribuyendo a una mejora de la rentabilidad al tener en cuenta temas fiscales referentes a los dividendos, cupones, etc al conocer la normativa para aplicar los convenios de doble imposición, la recuperación de retenciones y ver hacia dónde van los mercados- e informan a medida. La experta aseguró que “las gestoras y los depositarios deben trabajar de la mano par ofrecer transparencia a los partícipes y al regulador”.

 

Costes y oligopolio

Preguntada sobre un posible ahorro de costes al contratar la gestora y depositaria de un mismo grupo, aseguró que “hay estudios que muestran que cuando ambas pertenecen al mismo grupo, las comisiones de depositaría son desproporcionadas si comparamos con el resto de Europa”, y con respecto a un posible oligopolio de las entidades especializadas en depositaría indicó que sí es posible pero que hay que tener en cuenta que para que una entidad con ese negocio sea eficiente ha de tener un volumen importante.