Los cambios que han permitido a la producción industrial estadounidense hacerse más competitiva

00flag
Steambadger, Flickr, Creative Commons

Entre los grandes beneficiarios potenciales de la recuperación prevista de la producción industrial de EEUU se encuentran los pequeños y medianos proveedores y los distribuidores industriales asentados en el país. Así al menos lo cree The Boston Company Asset Management, boutique perteneciente al grupo BNY Mellon, tras analizar un informe en el que se concluye que una serie de cambios acumulados a lo largo de la pasada década han permitido a la producción industrial estadounidense hacerse más competitiva globalmente.

En el informe ‘Beneficiarios potenciales de un resurgimiento de la producción industrial de EEUU’ se incluye entre estos factores un dólar debilitado, un estrechamiento de los diferenciales salariales entre EEUU y otras economías productoras clave, una caída en los precios del gas natural en EEUU, y un aumento de los costes y menor velocidad de las cadenas de suministro globales.

“La caída del dólar frente a otras divisas clave a lo largo de los últimos diez años ha reducido el coste relativo de los salarios en EEUU”, asegura Shirley E. Mills, vicepresidenta y analista de investigación senior para The Boston Company y autora del informe.  “Este es uno de los factores que han contribuido a reducir los costes laborales en EEUU con respecto a muchos otros países, reduciendo los incentivos para que las empresas trasladen su producción fuera de EEUU”.

La mano de obra se ha convertido en un componente cada vez menos importante del coste de la producción, a medida que la automatización ha aumentado, señala el informe.  Además, otro componente importante de la producción, la energía, ha pasado a ser más barata en EEUU debido al descenso de los precios del gas natural, haciendo que EEUU resulte más atractivo para los productores, según indica el estudio.

The Boston Company también señala el crecimiento del empleo industrial en EEUU en febrero de 2012, lo que ha supuesto que, por primera vez, el empleo industrial crezca más rápidamente que el empleo no industrial desde la década de 1980.  Debido a que es probable que las grandes empresas multinacionales destinen una mayor producción a EEUU a causa de estas tendencias favorables, los operadores más pequeños con base en EEUU que proveen a estos grandes complejos productivos crecerán probablemente más rápido, dice el informe.

“Pensamos que la lista de ganadores incluirá a los proveedores de componentes, las empresas de transporte y los productores de materias primas”, señala Bart A. Grenier, consejero delegado y director de inversiones de The Boston Company.  “Los beneficiarios más interesantes pueden no ser los más obvios.  Además de los beneficiarios directos, pensamos que se verán beneficiados el comercio al por menor, los bancos y otros que presten servicios en regiones donde aumente la actividad de producción”.

El informe señala que la tendencia hacia una producción industrial mayor en EEUU podría estancarse por distintas razones, como una apreciación significativa del dólar o un menor diferencial entre el precio del gas natural en EEUU y otras regiones productoras.  También señala que el menor coste del gas natural podría rebajar las expectativas de algunas industrias estadounidenses, como la industria del carbón.