Los bancos españoles tendrán que dotar 30.000 millones más en provisiones

guindos
Flickr/FMI

El Consejo de Ministros ha aprobado hoy una normativa que obliga a elevar sustancialmente las provisiones que tienen que dotar las entidades financieras españolas para cubrir posibles pérdidas en los créditos concedidos a promotoras y constructoras. El incremento supone elevarlas desde casi 110.000 a 137.000 millones de euros, aproximadamente. Eso supone que, una vez que se estén dotadas, la cobertura de cada crédito ascenderá de media al 45%. El incremento se produce por el aumento del saneamiento que habrá que realizar para los créditos considerados sanos (del 7% al 30%)

Estas dotaciones tendrán que realizarse contra los resultados de cada entidad, lo que llevará a pérdidas este año a buena parte de los bancos españoles (en principio parece que se salvarían Santander y BBVA) y, por tanto, reducirán su nivel de capital o solvencia. Los que se queden por debajo de los niveles exigidos (el 8% o el 10%, según el caso) podrán recibir ayudas públicas, que Luis de Guindos, ministro de Economía, calcula que serán en total muy inferiores a 15.000 millones. Esas aportaciones, que habrá que devolver obligatoriamente en un plazo de cinco años y pagarán un tipo de interés del 10%, se producirán en forma de acciones y, principalmente, a través de bonos convertibles contingentes, conocidos como cocos.

Fruto de las posibles pérdidas, y por tanto de la caída significativa que previsiblemente se producirán en los dividendos, las acciones de los bancos españoles se desplomaban en la bolsa española al mismo tiempo que los dirigentes del Gobierno explicaban la nueva normativa en el Consejo de Ministros. Los títulos de Santander caían un 3,84%; los de BBVA, un 4,73%; los de Popular, un 5,04%, los de Sabadell, un 2,08%, y los de Bankinter, un 2,72%. Bankia, por su parte, perdía un 2,90%.

Una de las razones que también provocan estas caídas es que el Gobierno ha aprobado que el banco malo o sociedades inmobiliarias serán obligatorias para todas y cada una de las entidades, no sólo para las que lo soliciten. Eso supone que desde Santander hasta Caixa Ontinyent tendrán que crear una sociedad paralela a la que traspasarán todos sus activos inmobiliarios para su posterior venta. Al hacer el traspaso, habrán de valorar las viviendas, suelos o promociones a precio de mercado. Los grandes bancos se habían opuesto a esta medida y han insistido en que en caso de aprobarse fuera voluntaria.

De Guindos aseguró que sería recomendable que hubiera socios privados e independientes en esos bancos malos –podría tratarse de grandes fondos de inversión-, pero añadió que eso dependerá de cada entidad.

Para valorar todos los activos inmobiliarios de la banca y sus balances, el Gobierno designará a dos valoradores independientes, entre los que podría estar el grupo financiero BlackRock.

De Guindos aseguró en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros que con estas medidas confían en recuperar la “confianza” en el sistema financiero español, que salgan las viviendas al mercado a un precio razonable y que vuelva el crédito. Todo ello permitiría, dijo, la recuperación de la economía española.