Los bancos centrales intervienen para salvar a los ángeles caídos de la renta fija

Jerome Powell
BrookingsInst, Flickr, Creative Commons

Los bancos centrales han reiterado una vez más su compromiso con la estabilidad de los mercados financieros. En las últimas semanas el foco se ha situado en frenar el impacto de la ola de rebajas de rating en el crédito a nivel global que inevitablemente generará la actual recesión económica. El pasado jueves el Banco Central Europeo anunció que relajaría su normativa para aceptar los bonos ángeles caídos (aquellos que pierden su rating de grado de inversión) como colateral de la banca. Los bonos válidos deben haber tenido un rating de grado de inversión a cierre del pasado 7 de abril.

Es un movimiento similar al adoptado por la Reserva Federal estadounidense para acolchar el impacto en los bonos high yield, aunque esta directamente los ha incluido en su programa de compra. Ya se especula con que el BCE también abrirá la puerta a incluir estos ángeles caídos en la lista de activos aprobados para el QE en su reunión de esta semana.

De nuevo es una medida enfocada a mejorar la liquidez del mercado y, como apuntan desde Fidelity, busca probablemente limitar el riesgo financiero causado por una ola de rebajas de rating en la deuda soberana a medida que las naciones acumulen una deuda masiva para lidiar con la pandemia.

Es una respuesta fuera del calendario de citas oficiales y tiene un claro objetivo, según identifican varias gestoras: Italia. El anuncio llegó a las puertas de la revisión de la deuda italiana por parte de la agencia S&P Global Ratings. A fecha del pasado jueves el país permanecía dos escalones por encima de grado de inversión aunque con perspectiva negativa. “Pero la continua falta de acuerdo en Europa sobre repartir la carga financiera a través de instrumentos como los coronabonos probablemente avive los temores de la creciente deuda italiana, lo que está elevando los precios de los bonos high yield”, explican desde Fidelity. Y en efecto los nervios se han dejado notar en los últimos días por cómo se ha ensanchado el diferencial entre el 10 años italiano y su homólogo alemán.

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El mercado no espera para reaccionar

Esa oleada de ángeles caídos es propio de cada crisis y esta vez los mercados no han esperado para poner en precio el impacto. Según señala Álvaro Cabeza, country manager de UBS AM para Iberia, muchos de los candidatos cotizan ya a niveles de high yield. “A finales de marzo, aquellas compañías europeas que esperábamos que se convirtieran en ángeles caídos cotizaban a 460 puntos básicos, en línea con los bonos high yield calificados como BB+/BB. Una situación que contrasta con las emisiones con rating BBB y BBB- que cotizaron a 360 puntos básicos menos en enero de este año”, cuenta.

Según estimaciones que manejan desde UBS AM, el mercado de high yield de Europa aumentará alrededor del 50%, mientras que en Estados Unidos el aumento sería de poco más del 25%. “Aunque se prevé que la cifra absoluta de ángeles caídos en Europa sea inferior a la de EE.UU., si se compara con el tamaño de los respectivos mercados de high yield, es de esperar que el impacto de las rebajas en Europa sea mayor”, explica. Algo parecido ya ocurrió durante la crisis financiera global, la crisis crediticia de la zona euro y durante el colapso del precio del petróleo de 2014/15.

Como con todo, los movimientos rápidos de mercado abren oportunidades. En UBS AM ven valor en el grado de inversión de EE.UU. y de Europa, ya que son segmentos del mercado apoyados por programas de compra directa de bonos de los bancos centrales y las valoraciones parecen atractivas. Prefieren el high yield de corta duración de EE.UU. debido a las compras de ETFs de high yield por parte de la Fed, con un sesgo hacia el segmento de mayor calidad del mercado que se beneficia directamente de las compras de bonos del banco central. Y por último, el high yield de Asia, en concreto compañías chinas apoyadas por el Gobierno chino.