Los 9 propósitos de mercado de UBS Global AM para 2014

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Cedida por UBS

Los economistas de UBS Global AM Joshua McCallum y Gianluca Moretti hacen en su primer informe del año un ejercicio de reflexión. Ambos expertos han repasado los principales hitos del mercado a lo largo de 2013, y a partir de ahí han elaborado una lista con hasta nueve propósitos de inversión a tener en cuenta en este 2014.

1. “Recordaré que la estabilidad no es siempre buena”

Así reza el primero de estos propósitos. McCallum y Moretti recuerdan que, a principios del año pasado, había tanta calma en los mercados que estos dejaron de reaccionar ante eventos de gravedad como solían hacer en el pasado, de tal manera que la debacle de las elecciones italianas o el rescate a Chipre pasaron prácticamente desapercibidos. “Los inversores se habían habituado a los riesgos y habían aprendido a ignorarlos. Paradógicamente, ignorar los riesgos puede en realidad incrementarlos”, concluyen ambos expertos.

2. “No confundiré la actualización de la política monetaria con una guerra de divisas”

Este propósito tiene que ver con la pirotecnia monetaria lanzada a principios de año por el Banco de Japón, que emprendió un ambicioso programa de estímulo cuantitativo y cualitativo entre cuyos objetivos figuraba doblar la masa monetaria en dos años. McCallum y Moretti recuerdan que, en los primeros momentos, muchas voces del mercado interpretaron esta decisión como una declaración abierta de guerra de divisas, “como si Japón estuviera injustamente devaluando el yen para mejorar su competitividad”. Los economistas creen que una valoración más realista sería la visión de que el BoJ había mantenido una política ortodoxa demasiado tiempo y simplemente se estaba poniendo al día para estimular la inflación.

3. “No confundiré la retirada de estímulos con subidas de tipos”

Este es el propósito más importante de todos para McCallum y Moretti, en observación de las sucesivas reacciones de los mercados después de que se pusiera el ‘tapering’ sobre la mesa por primera vez en mayo, que luego la Fed decidiese no empezar a retirar el QE3 en septiembre y que finalmente se hiciera un primer anuncio formal de la reducción de compras en diciembre.

4. “Pondré más confianza en la forward guidance”

Otro punto espinoso, al tener divididos a gestores, analistas e inversores en cuanto a su efectividad. La interpretación de estos expertos es que “los mercados no tienen por qué creer que la visibilidad conseguirá el objetivo deseado en el largo plazo, sólo que los bancos centrales se comprometerán con ese objetivo siempre que sus previsiones sean correctas”. Por tanto, la clave para ellos es que cualquiera puede estar en desacuerdo con dichas previsiones, pero se debe confiar en las promesas de los banqueros centrales de que reaccionarán a los datos que se publiquen. Los expertos lanzan una predicción: “Es probable que el Banco de Inglaterra sea el primero en ser desafiado, simplemente porque los datos de desempleo se están portando mucho mejor de lo previsto”.

5. “Empezaré a ignorar las disputas políticas en Washington”

El tortuoso camino que han seguido las dos principales fuerzas políticas estadounidenses volvió a sembrar el temor entre los mercados, al llevar al país al riesgo de quiebra técnica. Sin embargo, cuando se produjo el cierre gubernamental, éste apenas tuvo efecto sobre la economía y la reacción de las bolsas fue más suave de lo esperado. Esto es clave porque afecta a la confianza empresarial y a las decisiones que toman las compañías con respecto a inversiones y contrataciones futuras. “La esperanza es que finalmente las empresas se acostumbren tanto a la confrontación política que empiecen a ignorarla”.

6. “Trataré a los mercados emergentes como emergentes”

Los grandes perdedores de la futura retirada de estímulos de la Reserva Federal han sido los países emergentes, al menos en la mente de los inversores, que reaccionaron con fuertes ventas a lo largo del verano. “Los inversores estaban tratando a los mercados emergentes casi como activos refugio, y el capital en búsqueda de rentabilidad encontró un hogar allí. Algunos de los países emergentes utilizaron los flujos de entrada de capital prudentemente, mientras que otros disfrutaron los buenos tiempos y vieron cómo sus cuentas corrientes se deterioraban”, opinan McCallum y Moretti. Su advertencia es que “los inversores harían bien en pensarlo otra vez este año”.

7. “No me quejaré cuando consiga lo que deseo”

Hace un año, los mercados se quejaban de que el esfuerzo europeo por reequilibrar su competitividad no estaba siendo posible porque la inflación estaba demasiado alta en la periferia. Ahora que el ajuste está sucediendo, la queja es de que hay riesgo de deflación en la eurozona. “De hecho, no ha cambiado mucho entre estos dos años, las presiones inflacionistas ya eran bajas en la periferia, mientras que la inflación general seguía elevada en gran parte por el alza de los impuestos”, resumen los economistas.

8. “No me obsesionaré con los precios de la vivienda”

Primero, la reacción fue positiva al comprobar que la vivienda estaba repuntando en Estados Unidos por primera vez desde 2008. Después, llegó la preocupación porque esta recuperación fuera demasiado rápida y se pudiera gestar una burbuja. “Muchísima gente parece pensar que los precios al alza de la vivienda es una buena noticia tanto para ellos como para los demás, más que un síntoma de una economía más fuerte, o al menos de un escenario económico más fuerte. Los precios al alza son buenos para quienes poseen casas, pero malos para aquellos que no las tienen y les gustaría comprar una”, simplifican los responsables de UBS Global AM.

9. “Preferiré las explicaciones más simples”

En el que es su último propósito de cara al nuevo año, McCallum y Moretti apelan al criterio de la navaja de Ockham: en un entorno en el que se están generando constantemente teorías a favor y en contra de las burbujas y en el que una misma medida económica puede encontrar múltiples explicaciones, los expertos afirman que “la explicación más simple de que el mundo no es tan diferente se prefiere a explicaciones igual de plausibles pero más complicadas sobre cómo el mundo ha cambiado”.