Lo que no debe esperar de la reunión del BCE de marzo

Mario Draghi
European Central Bank, Flickr, Creative Commons

Con las elecciones en Holanda a la vuelta de la esquina, la posibilidad creciente de que la Reserva Federal actúe en la reunión del FOMC de marzo, es previsible que el BCE opte en su reunión de hoy por la inacción, a la espera de los acontecimientos. También se ha de tener en cuenta la evolución de la tasa de inflación general, que en febrero alcanzó el 2%, su nivel más alto desde enero de 2013.

No obstante, la inflación subyacente sigue estable en el 0,9%, lo que significa que “la energía es el principal motor de que la tasa de inflación esté más alta”, explica Philippe Waechter, economista jefe de Natixis AM (parte de Natixis Global AM). El experto recuerda que la inflación subyacente se ha mantenido estable desde 2014, y que la volatilidad de la tasa general está asociada con el rebote del precio de la energía.

No obstante, Waechter afirma que este efecto de base ha empezado a disminuir: “El impacto del precio del petróleo será transitorio y la contribución de la energía empezará a decrecer en abril, probablemente por la persistencia y el retraso entre el precio del petróleo y su contribución a la inflación”. El experto añade que este efecto de base temporal “es un fuerte incentivo para que el BCE mantenga su política monetaria sin cambios”.

Sin embargo, tal y como observa Anna Stupnytska, Economista Global en Fidelity International, “Mario Draghi continúa enfrentándose a la presión de algunos miembros de la eurozona que quieren que reduzca las medidas extraordinarias de relajación cuantitativa, mientras la inflación repunta y el bloque de la moneda única crece a su mayor ritmo desde 2011. Este es sobre todo el caso de Alemania, en donde un mercado laboral ajustado y buenas cifras de producción envían señales de presión inflacionista”.

La economista advierte de que, sin embargo, “la eurozona mantiene la atonía, con un mercado laboral aun relativamente débil en la periferia y sufriendo un repunte del desempleo en Italia”. Adicionalmente, observa que la inflación subyacente sigue en niveles bajos por ahora, “ofreciendo una justificación al posicionamiento de Draghi”.

El pronóstico de Stupnytska es que “el BCE se agarrará con firmeza a su decisión de comenzar el recorte de su programa de relajación cuantitativa en abril mientras sigue comprando bonos gubernamentales a un ritmo de € 60.000 millones al mes hasta diciembre”. En todo caso, cree que podría verse “algún debate sobre la posibilidad de normalizar los tipos de depósito negativos (actualmente en el -0,40%), pero cualquier decisión dependerá de que la economía de la eurozona se siga beneficiando de la recuperación cíclica global”.

Franck Dixmier, responsable global de renta fija de Allianz Global Investors, considera igualmente poco probable que en esta reunión se plantee la cuestión de la disminución progresiva de los estímulos, o tapering: “Un anuncio sobre la interrupción del programa de flexibilización cuantitativa ahora mismo sería prematuro y no estaría exento de peligro, ya que la probable reacción brutal del mercado ante el fin anticipado de la flexibilización cuantitativa sería contraproducente para los objetivos del BCE”. En este contexto, Dixmier no espera ningún anuncio antes del otoño de este año.

Pistas para la reunión

“Cualquier indicador adelantado de un cambio potencial en las futuras políticas del BCE seguramente provenga de sus proyecciones sobre el crecimiento y la inflación”, indica la economista de Fidelity. Así, “una lectura optimista apuntaría a más recortes o incluso a un tapering en toda regla”, aunque descarta cualquier acción antes del segundo semestre. “La fuerte agenda política, con las elecciones holandesas este mes y las presidenciales francesas entre finales de abril y primeros de mayo harán que Draghi sea muy cauteloso por ahora”, concluye la experta.

Para Patrick O’Donnell, gestor de Aberdeen, “solo hay una cuestión en esta reunión y es si Draghi indicará que tiene alguna intención de terminar con su postura acomodaticia. Va a tener que aceptar que los últimos datos de actividad han sido mejores”. No obstante, coincide con otros expertos en que, dado que la inflación subyacente sigue baja, “es probable que esto le lleve a descartar esta idea”.  Para O’Donnel, “el foco principal estará sobre cualquier pista de que el BCE completará su programa de compra de bonos gubernamentales antes de 2018, que es cuando lo espera el mercado”.