Lecciones aprendidas en octubre para la gestión hedge

La semana pasada nos visitó en Madrid Tim Haywood, co-gestor del JB Absolute Return Bond Fund y máximo responsable de los Hedge Funds de Renta Fija. Además de hablar de su posicionamiento y visión del mercado, Tim hizo un magnífico resumen de las lecciones que él y su equipo han aprendido del fatídico mes de octubre del año pasado.

 ¿Se imagina lo duro que es acertar con una estrategia comprando algún tipo de catastrophy bond y que luego no te pague la contrapartida porque ha quebrado? Estos bonos no son materia de inversión del los fondos UCITS pero conceptualmente sí que sirve para replantear el tratamiento que se hace de las contrapartidas. Los hedge funds del equipo de Londres, no sólo no perdieron dinero con estructuras de Lehman sino que lo ganaron. También lograron una gran rentabilidad con el estallido de la crisis subprime pero todo ello no es óbice para no aprender del pasado octubre y extremar las precauciones.

Tres son las principales novedades: - Una sana práctica que llevan a cabo los hedge funds prudentes es el del Bilateral Margin Agreement con las contrapartidas. Desde noviembre también los fondos UCITS de Julius Baer lo realizan. La idea es liquidar diariamente cualquier ganancia (y no sólo pérdidas) tengas con cada una de tus contrapartidas. Administrativamente en un poco más engorroso pero te evitas sustos y minimizas claramente el riesgo. - Una segunda derivada de la primera medida es el tratamiento a las operaciones con divisa. Nadie le da muchas vueltas al riesgo de contrapartida cuando inviertes en divisa pero obviamente la hay. Por eso se reduce la duración de cualquier contrato en divisas a 1 mes cuando antes era práctica habitual hacerlo a 1 ó 2 años. Se vigila estrechamente la concentración de ganancias en cualquier contrapartida planteándose la posibilidad de cerrar posiciones con una y abrir parte con otra para diversificar cualquier tipo de riesgo. - Igualmente se han puesto límites de control de riesgo a las contrapartidas.

Lo bueno que tiene el mercado de CDS es que permite reflejar los miedos o la información que alguien conozca de una entidad en cualquier parte del mundo. Por eso se ha decido que si el CDS de una contrapartida pasa de 400 no se sigue contratando con esa contrapartida, si pasa de 600 se empieza a deshacer posiciones y si pasa de 800 la orden es de venta inmediata en el día. Hay entidades históricamente emblemáticas que actualmente no son contrapartidas posibles bajo este criterio.