Las razones que explican la caída de la inversión empresarial en la eurozona

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En el último trimestre de 2012 la inversión empresarial en la eurozona se situó un 15% por debajo de los máximos alcanzados en 2007, registrando caídas durante cuatro trimestres consecutivos. La brecha entre los países del núcleo de Europa y la periferia es muy revelador, con Alemania y Francia por un lado y España e Italia por otro. La inversión es, por lo general, una variable rezagada en el ciclo económico, ya que las empresas quieren ver mejoras en la demanda antes de decidir sobre la conveniencia de aumentar la capacidad. En la eurozona, las recuperaciones suelen comenzar con un repunte de la demanda externa, que a su vez impulsa la inversión y el consumo interno.

Según explica AXA Investment Managers en un informe, existen tres factores fundamentales detrás de la reciente reducción de la inversión empresarial. El primero: la caída de los beneficios. “Los beneficios de hoy son las inversiones de mañana y la correlación histórica es muy fuerte entre estas dos variables.” En este sentido, una significativa contracción de la demanda pública y privada puede tener un fuerte impacto en los resultados empresariales y, por extensión, en las futuras inversiones de una compañía. Cabe recordar –indican desde la gestora francesa- que los beneficios empresariales están todavía un 11% por debajo de los máximos alcanzados en 2007.

Segundo factor: las condiciones de crédito. “La inversión suele cubrirse a través de la financiación exterior y, por lo tanto, depende de las condiciones de crédito”. En este punto, AXA IM revela que una serie de encuestas muestran que los créditos se han endurecido considerablemente, sobre todo para las pequeñas y medianas empresas. Según el BCE, el 25% de las pymes españolas e italianas mencionan el acceso a la financiación como un problema acuciante para la evolución de sus negocios. Pero existe un tercer y último factor clave: la incertidumbre. Las decisiones de inversión son compromisos de largo plazo y requieren un grado de claridad con respecto al futuro.

“Las empresas europeas se enfrentan a unos niveles de incertidumbre sin precedentes por la supervivencia del euro, el sector bancario, las políticas gubernamentales y los impuestos. En este contexto, es racional optar por aplazar las inversiones y mantener posiciones en efectivo”, aseguran desde la gestora. De hecho, los datos revelan que desde 2007 los niveles de caja de las empresas han aumentado considerablemente en países como España, Italia y Francia. Asimismo, la normal relación entre producción e inventarios se ha desmoronado desde 2010. “La producción empresarial sigue cayendo, lo que sugiere que las compañías están operando sin margen de seguridad”.

Perspectivas de AXA IM

A corto plazo, la gestora opina que la incertidumbre relacionada con la crisis del euro permanecerá elevada en el primer semestre de 2013, para ir enfriándose después. A medio plazo, sin embargo, se muestran convencidos de que la inversión empresarial se recuperará a medida que el entorno económico vaya mejorando y desplace a los riesgos de cola. Entre otros factores, esto ocurrirá una vez que las tensiones del sector financiero disminuyan y se faciliten las condiciones de crédito a las empresas. En este sentido, el escenario base de AXA IM incorpora un crecimiento positivo del PIB en la segunda mitad del año.