Las razones por las que Janet Yellen ha cambiado su discurso

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El mercado continuó retrasando las previsiones de subidas de tipos ante el tono relajado que Janet Yellen, presidenta de la Reserva Federal (la Fed), utilizó en su último discurso sobre las perspectivas económicas y que podría haber sorprendido a los inversores. Los dos indicadores que la Fed tiene que “vigilar” –la inflación y el empleo- están teniendo una tendencia ascendente. Pero parece que Yellen se está centrando más en factores internacionales como el crecimiento global, el dólar americano y China. "Es probable que este giro en el  foco de atención desde la economía estadounidense hacia los factores internacionales tenga como resultado menos subidas de tipos en el corto plazo. Sin embargo, la inclusión explícita de estos factores globales en las consideraciones de la Fed conllevará más incertidumbre y menos previsibilidad sobre futuras subidas, ya que los inversores necesitarán monitorizar un mayor número de factores que influenciarán estas decisiones", afirma Manuel Arroyo, director de Análisis y Estrategia de J.P.Morgan AM.

Pero… ¿por qué ha cambiado la Fed su discurso y ahora se fija en factores internacionales en lugar de inflación y empleo? Henrik Lumholdt, estratega jefe de Inversis Banco, considera que el problema es que “el mundo es complicado. Tiene una forma que no hemos visto en el pasado. El peso de los emergentes es mucho más alto y la internacionalización de los efectos más destacado. Las decisiones de la Fed afectan a otras variables que se influyen entre ellas, devolviendo el efecto a Estados Unidos. En este sentido, señalar que se va a normalizar la política monetaria tendría un claro efecto sobre el dólar, que se apreciaría. El fortalecimiento del dólar tendría un impacto sobre la economía china, que se ralentizaría y también sobre el petróleo, cuyo precio bajaría, dada su relación inversa con el billete verde. La caída del precio del petróleo, a su vez, contribuiría a la crisis de los emergentes… Y todos estos efectos volverían a EE.UU”.

“Janet Yellen intentó explicarle esto a los mercados en su discurso de septiembre, cuando alegó factores externos para no subir los tipos. A los inversores no les gustó, pero es la verdad. EE.UU. no está sola en el mundo. Le afecta lo que ocurre en el panorama internacional. No tiene por qué subir los tipos si no hay presiones inflacionistas. El entorno actual es sumamente diferente”, afirma el economista. “Probablemente la Fed se ha haya en su intento por normalizar la política monetaria”. Según explica, la curva de Phillips está plana, lo cual ha sido una complicación para la autoridad monetaria. “A la Fed le cuesta aceptar que con el paro en niveles tan bajos no deben subir los tipos y de ahí su intento de hacerlo en diciembre. La teoría dictamina que cuando sube el paro bajan los tipos y viceversa. Así ha sido en el pasado”. Ahora hay quien apunta ya la posibilidad de una marcha atrás de la política monetaria, es decir, bajadas de tipos.

“La Fed podría volver a subir tipos, pero es mucho más probable que tenga que bajarlos”, advertía a la CNBC Austan Goolsbee, ex asesor de Barack Obama. Parece claro que hacerlo supondría reconocer que el movimiento de diciembre fue una equivocación y agigantar el fantasma del error de política monetaria. Lo que es indudable es que interpretar lo que Yellen quiere transmitir es ahora más difícil. Según Luca Pesarini, gestor del Ethna-AKTIV, “los mensajes que está lanzando son contradictorios. En septiembre no subieron los tipos alegando factores externos como China. Dio a entender que la situación seguía siendo complicada y el mercado reaccionó con caídas. En diciembre subieron tipos previendo que en 2016 aplicarían otras cuatro subidas. Entonces parecía que la situación económica era buena. En marzo redujeron sus estimaciones a dos subidas y ya se habla incluso de la posibilidad de un QE 4. En siete meses hemos tenido tres discursos distintos. Su mensaje está siendo muy confuso y difícil de interpretar. La pregunta es… ¿tiene la Fed la situación bajo control? Yo empiezo a tener mis dudas”, asegura.

Pero no sería el único banco central que estaría cambiando su discurso. El BCE también lo estaría haciendo. “El BCE parece haber cambiado el curso para enfocarse en la transmisión del crédito al sector privado. La extensión de la elegibilidad del QE a bonos corporativos comenzará a finales del segundo trimestre. El BCE comprará únicamente bonos con grado de inversión emitidos por corporaciones no financieras establecidas en la zona euro. A día de hoy contamos aún con poca información sobre los detalles  prácticos del Programa de Compras del Sector corporativo (CSPP). Comprometiéndose a financiar implícitamente a las compañías, el primer objetivo del BCE ha sido contener las tensiones vividas recientemente en el mercado de crédito euro, pero se plantea cierto escepticismo sobre el impacto de esta medida tendrá en el crecimiento económico, aludiendo sin embargo a que los reales beneficiarios de dichas medidas serán los inversores en este mercado”, explican desde Amundi.