Las razones por las que es positivo que España gane tiempo antes de pedir el rescate

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Tomás Fano, Flickr, Creative Commons

El BCE ya ha dejado claro que compraría deuda de aquellos países que requiriesen formalmente el rescate. Sin embargo, el Gobierno español no tiene previsto por ahora solicitar la ayuda, a juzgar por lo declarado por el jefe del Ejecutivo en su última comparecencia en el Congreso de los Diputados. En su intervención en el Parlamento, Rajoy dudó sobre la necesidad de España de pedir el rescate. “En nuestra opinión, creemos que España está jugando al despiste al no solicitar la ayuda inmediatamente. El Gobierno español preferiría un rescate light que le permitiese acceder a los fondos con arreglo a unos condicionamientos menos estrictos a los que obliga el programa de Transacciones Monetarias Directas (OMT)”, afirman desde Invesco Asset Management.

Según explica a Citywire Mark Nash, gestor del Invesco Global Bond Fund, aunque el país está recibiendo presiones para que diga cómo va a proceder, las deliberaciones por parte de España sobre si acogerse o no a la ayuda “podrían resultar beneficiosas para el BCE, ya que supone que España rechaza abandonar su programa de reformas estructurales y, al mismo tiempo, el balance del BCE tampoco se inunda de deuda española”. Y es que, según Nash, si se echa la vista atrás, concretamente a mediados de 2010, cuando la autoridad monetaria puso en marcha el Programa de Mercado de Valores, Italia dejó automáticamente de lado sus planes de austeridad dado que lo que se le requería era políticamente inaceptable.

¿Significa esto que el OMT sea la solución a todos los males de la economía española? Para el gestor, la respuesta es no. De hecho, desde la entidad siguen mostrándose muy críticos con la acción del BCE hasta el momento, particularmente sobre los programas de refinanciación a largo plazo (LTRO). En este sentido, tienen las mismas reservas acerca de la OMT. “Para que esto sea una medida que tenga recorrido, es necesario darles a los titulares de los bonos una razón para invertir en deuda soberana española, para lo cuál se necesita crecimiento económico ya que, de lo contrario, ésta no es sostenible. En este aspecto, el OMT no ofrece nada para reactivar la actividad”, señala Nash.

“Lo que austeridad y condicionalidad a la hora de recibir las ayudas significa es que el crecimiento económico irá a peor y, si éste va a peor, la solvencia del país también lo hará y los tenedores privados de bonos no entenderán por qué invertir en la financiación de estos gobiernos. La OMT es una patada hacia delante del balón y permite comprar tiempo, pero no es la solución para resolver el problema de solvencia de Europa”. Nash vendió a principios de año toda la deuda española e italiana que tenía en cartera, al preferir adoptar una enfoque más defensivo.