Las lecciones de la crisis corren el peligro de olvidarse

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Joel Filipe (Unsplash)

Las compañías están fallando a la hora de adoptar cambios genuinos dirigidos a mejorar sus prácticas de gobernabilidad, pese a las crecientes demandas de los inversores, según uno de los mayores inversores institucionales de Europa. Con el lanzamiento de su informe anual (Responsible Investment Report 2009), la gestora F&C subraya que, a medida que las compañías van saliendo de la recesión, vuelven a las andadas, poniendo a prueba la paciencia de los accionistas con generosos pagos internos sin que aún se haya visto una relación directa con sus resultados de largo plazo o con propósitos de financiación.

Las actividades de inversión sostenible de F&C (que gestiona 97.800 millones de libras en activos para clientes retail e institucionales y lidera una franquicia en inversión sostenible y de buen gobierno) se centran en la necesidad de aprender de las lecciones de la crisis, promoviendo estructuras de pago relacionadas con la rentabilidad y sistemas más robustos de gestión de riesgos, incluyendo aquellos asociados con asuntos sociales, medioambientales y de gobernabilidad.

“2009 fue un año activo para el compromiso de los inversores, pues la crisis trajo riesgos derivados de una política de gobierno corporativo muy pobre que se tradujo en la salida de los mercados financieros. Sin embargo, según aparecen signos de mejora, existe un riesgo real de que las lecciones de esta crisis sean desaprovechadas e ignoradas, pues los gobiernos y los inversores vuelven a hacer negocios como antes”, dice Karina Litvack, responsable de inversión sostenible en F&C. Según la experta, para evitar que esto se repita, son esenciales las reformas para promover el buen gobierno y una mayor supervisión por parte de los inversores, pues los problemas que amenazan la economía no han desaparecido. “Las reformas regulatorias deben venir acompañadas por la aceptación de prácticas de buen gobierno como piedra angular de la cultura corporativa”, dice.

El informe ofrece una información detallada sobre el compromiso de las actividades medioambientales, sociales y de buen gobierno de las compañías el año pasado, cuando F&C votó en 58.000 resoluciones en 5.225 compañías en 66 países, casi el doble que un año antes, como resultado del incremento de los clientes que la firma representa en su servicio de compromiso responsable, que incluye inversores instituciones donde F&C no es la gestora. Bajo su escrutinio figuran temas como compañías de gas y petróleo presentes en áreas del mundo con problemas políticos y ambientales, el papel de las firmas en promover la salud pública, los estándares de trabajo en fábricas y sostenibilidad en el sector inmobiliario.

Uno de los motivos de controversia fueron los propósitos de remuneración de la gestión, así como las propuestas en la estructura de capital, por la presión de las compañías de reparar sus balances a costa de reglas de buen gobierno. La gran sorpresa del año pasado fue la velocidad de la recuperación global, si bien en el informe F&C advierte de que se necesita más trabajo para asegurar un crecimiento sostenible.