Las gestoras ven en Christine Lagarde la continuidad de la política acomodaticia implementada por Mario Draghi

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International Monetary Fund, Flickr, Creative Commons

Christine Lagarde es una experta en eso de ser pionera. Fue la primera mujer ministra de finanzas de un país del G20  y también fue la primera mujer en dirigir una institución como el FMI. Y todo apunta a finales de este año se convertirá también en la primera mujer al frente del BCE, a pesar de que no figuraba como favorita en las quinielas de muchos analistas, si el Consejo europeo acaba dando el visto bueno a la nominación. 

Más allá de que la nominación de Lagarde supone una clara victoria para Francia, que tuvo ya entre 2003 y 2011 a otro francés, Jean Claude Trichet como presidente del organismo, y un voto de confianza a Lagarde a pesar de que en el pasado se vió envuelta en un caso de corrupción como fue el caso Tapie, lo que vigilarán los mercados es su capacidad para lidiar con una política de tipos al 0% que Draghi ya ha dejado claro que se mantendrán al menos en el corto plazo.

“Esto acaba con el miedo de que haya una presidencia que llevase a cabo una política monetaria más restrictiva a partir del otoño de 2019”, afirma Christian Gattiker, responsable de análisis de Julius Baer. "El nombramiento de un presidente de corte más restrictivo habría conllevado un riesgo significativo para el mercado, pero Lagarde muestra un talante probablemente más acomodaticio que el mismo Mario Draghi, dado que ha sido una firme defensora de los programas de relajación cuantitativa, del uso de la política presupuestaria para apuntalar la política monetaria y, en el pasado, de una mayor integración europea", apunta Ben Lord, gestor de renta fija de M&G Investments

De momento, en los comentarios de las gestoras que están empezando a llegar hay una cierta unanimidad en que Lagarde mantendrá el estilo Draghi, aunque aportando un toque más político que económico a la institución.  “Christine Lagarde será percibida como dovish, especialmente después de sus declaraciones en el reciente G20. Es un perfil político más que técnico y ha argumentado con frecuencia que, los gobiernos que tengan la posibilidad de hacerlo, deberían utilizar su política fiscal para mitigar las desaceleraciones”, afirma Diego Fernández Elices, director general de inversiones de A&G Banca Privada. Una idea que defiende también Ann-Katrin Petersen, estratega económica  de Allianz Global Investors: "El Tratado de la UE requiere que se establezca una política del BCE para la zona euro en su conjunto, no para un estado miembro u otro".

De hecho, según apunta David Lafferty, economista jefe de Natixis IM, “su background y las capacidades de negociación que ha demostrado al frente del FMI le servirán para tratar de impulsar una reforma fiscal estructural a lo largo y ancho del continente, en un contexto en el que las políticas monetarias han perdido mucho en lo que a su eficacia se refiere”.  No obstante, este experto coindice en señalar que la política monetaria que llevará a cabo Lagarde bajo su mandato al frente del BCE de ocho años de duración seguirá siendo acomodaticia. “Con una baja inflación, estancamiento económico y con la dificultad de alcanzar una reforma estructural, no tendrá que crear una nueva hoja de ruta monetaria, debería hacer algo muy parecido a lo que ha hecho Draghi”, apunta Lafferty. “Nuestras expectativas con respecto a la política monetaria europea a a corto plazo no han cambiado: política acomodaticia, incluyendo un recorte del tipo de depósitos y la reanudación del QEO parace muy probable que se produzca de aquí a finales de año", afirma Maya Bhandari, gestora de Columbia Threadneedle Investments.

Además, según recuerda Andrew Bosomworth, gestor de PIMCO, la nueva responsable del BCE también tendrá no solo que seguir implementando el legado de Draghi que tanto han celebrado los mercados si no también analizar el impacto que a futuro pueda tener el mismo. "Christine Lagarde debería aportar una perspectiva fiscal más allá de la monetaria dado que el desafío que enfrentará el BCE durante la próxima recesión no solo será ver lo que queda en la caja de herramientas si no la eficacia de estas herramientas". 

Casi al mismo tiempo en el que conocía la nominación de Largade, y también la de Ursula von der Leyen como nueva presidenta de la Comisión Europa, Donald Trump también publicaba sus propuestas sobre los nuevos miembros que tienen que entrar a formar parte del consejo de la Fed. Sus candidatos son Christopher Waller y Judy Shelton y según explica Gattiker “ambos parecen abogar por una postura más generosa con respecto al régimen monetario. Si bien las noticias pueden tener un impacto bastante limitado en los mercados a corto plazo, no se deben subestimar las consecuencias a mediano plazo”.