Las gestoras podrán registrar fondos con compartimentos

Las gestoras españolas están más cerca que nunca de sacarse una de sus espinas clavadas. A partir del próximo 1 de enero, las sociedades de inversión colectiva podrán comercializar fondos con diferentes compartimentos y clases, lo que les permitirá igualarse a sus rivales europeos, según publica hoy Expansión. La clave de este cambio es que dará a las gestoras la posibilidad de adaptar un mismo fondo a diferentes perfiles de clientes.

Hasta ahora, cuando una firma de inversión colectiva deseaba comercializar un mismo producto a dos tipos diferentes de inversores, institucional y pequeño ahorrador, por ejemplo, se veía obligada a lanzar dos fondos por separado. Además de la confusión que ello ocasionaba a los inversores, suponía a las gestoras mayores gastos y más papeleo.

A partir del 1 de enero, las entidades españolas podrán registrar diferentes compartimentos y clases en un mismo fondo, de forma que todos los tipos de inversores tengan cabida bajo un mismo paraguas sin necesidad de duplicar gastos.

Javier Mazarredo, director de negocio de Santander Asset Management, explica que la nueva regulación contable “va a reducir los costes de auditoría y ejecución; simplificar la gama de productos de las gestoras; y que los fondos ganen algo de rentabilidad” gracias al ahorro de costes que supondrá tener todos los comportamientos bajo una misma estructura.

Este cambio llega con la aprobación por parte de la CNMV de la circular 3/2008, que establece nuevas normas y criterios de contabilidad. La circular fue publicada en el BOEa comienzos de octubre y entrará en vigor en 2009.

Por tanto, las gestoras cuentan con poco más de dos meses para adaptarse a este nuevo marco. Fuentes de mercado señalan que las principales firmas de inversión colectiva están preparadas para la llegada de este nuevo marco, aunque aún quedan algunos con los deberes por hacer.

Alberto Torija, socio del área de gestión, intermediación y custodia de instrumentos financieros de Deloitte, asegura que la entrada en vigor de la circular “va más allá de la existencia de nuevas exigencias contables y de información, ya que supone la necesidad de adaptar los sistemas informáticos de las entidades y los procedimientos operativos de actuación de las sociedades gestoras”.

“Las entidades deben anticipar los cambios y planificar el proceso de adaptación. Dado el margen de tiempo, las entidades no deberían esperar más”, asegura Torija.

Entre las acciones necesarias, el socio de Deloitte destaca la de adaptar los sistemas informáticos de contabilidad e información financiera;cambiar los sistemas de reporte del formato txt a xml;formar a los departamentos implicados; y prepararse para el esfuerzo inicial que puede suponer la llegada de la norma.

Además, el experto de Deloitte recomienda que las gestoras aprovechen estos cambios para prepararse de cara a las circulares emitidas y previstas por la CNMV, como la de determinación del valor liquidativo; la orden sobre el préstamo de valores; y la nueva categorización de fondos en función de su vocación inversoras, entre otras.