Las estrategias long short credit y risk arbitrage salen ilesas de los test de estrés

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Foto cedida

TRIBUNA de Philippe Ferreira, estratega sénior, Lyxor. Comentario patrocinado por Lyxor AM.

Los activos de riesgo comenzaron el año con fuerza, lo que llevó a la prolongación del repunte del mercado durante el cuarto trimestre de 2019. No obstante, en las últimas semanas, el brote del coronavirus ha provocado una inversión temporal de la tendencia en los mercados de renta variable y renta fija. En nuestra opinión, nos aproximamos al punto álgido de la epidemia del coronavirus y su repercusión en la economía global será significativa, aunque pasajera (primer trimestre). Cuando la situación vuelva a la normalidad debería producirse un repunte en la actividad.

Cabe reseñar que los cambios de tendencia en los mercados de renta variable y renta fija han tenido un impacto moderado en la rentabilidad de la estrategia CTA en las últimas semanas. La estrategia registró una rentabilidad superior durante todo el mes de enero, con una revalorización del +0,6%, aunque cedió un -1,6% en las dos últimas semanas de dicho mes. En lo que va del mes de febrero la estrategia también se sitúa en territorio positivo a pesar de la volatilidad de los últimos días. Las pérdidas sufridas en la renta variable se vieron parcialmente compensadas por las ganancias cosechadas en la renta fija, los metales preciosos y las divisas.

Al mismo tiempo, las estrategias long short credit, EM macro y risk arbitrage también despuntaron en enero, con alzas del +0,6%, +0,5% y +0,3%, respectivamente, y deberían mantenerse en positivo en febrero (+0,6%, +0,7% y +0,2% respectivamente, a 18 de febrero). Nuestra postura en estas estrategias ha sido, y se mantiene, sumamente positiva (sobreponderación). Como cabía esperar, las estrategias long short credit y merger arbitrage lograron contener el reciente aumento de la aversión al riesgo.

En las últimas semanas, las estrategias merger arbitrage subieron como consecuencia del estrechamiento de los diferenciales de algunas operaciones, como Mellanox vs. Nvidia y Allergan vs. AbbVie en el sector de salud en EE.UU. Por último, las estrategias EM macro, que invierten principalmente en deuda soberana y divisas en mercados emergentes, mostraron una gran resiliencia. La naturaleza desinflacionista del brote del coronavirus apoyó la clase de activos en la medida que arrastró los rendimientos de los títulos del Tesoro de USA a la baja.