“Las EAFI deben realizar una labor formativa entre sus clientes”

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Imagen cedida

Las matemáticas salpican el día a día de Ricardo A. Queralt, un doctor economista especializado en el área cuantitativa y profesor de métodos cuantitativos en CUNEF que a principios de 2012 decidió crear su propia EAFI, registrada en la CNMV con el número 84 con el nombre Ricardo Antonio Queralt Sanchez de las Matas.

Los números, aplicados a las finanzas, son la base de su trabajo y de su labor docente, que a su vez imprime a su EAFI un sesgo educativo. Queralt tiene muy claro que las empresas de asesoramiento financiero deben realizar una labor formativa entre sus clientes. “Es fundamental que formen sobre los productos que éstos quieren adquirir o que ya tienen”, desde la perspectiva del comprador y huyendo de los tecnicismos que a veces un vehículo conlleva desde el punto de vista de su emisión.

Y como considera que los bancos no tienen como prioridad en esa labor, ni la realizarán, cree que es ahí donde el mercado de las EAFI tendrá hueco. De hecho, y más que emitir recomendaciones de inversión sobre vehículos o activos, Queralt realiza una tarea de valoración de la idoneidad de las carteras de sus clientes, en su mayoría institucionales, o de asesoramiento sobre los vehículos ofrecidos por los bancos. Es decir, de intermediación entre la banca y el cliente.

Así, sus clientes acuden a él para comprobar la idoneidad de sus inversiones, de acuerdo con su perfil o con su precio, optimizar sus carteras (y determinar el porcentaje que han de ocupar activos que ya tiene decididos), analizar el coste impositivo de realizar cambios en las mismas o realizar coberturas, como ejemplos, por lo que se plantea desarrollar un servicio de consultoría cuantitativa para otras EAFI o clientes profesionales. En resumen, Queralt define su trabajo como la emisión de información o informes más que de recomendaciones de inversión.

El futuro: asesorar a todos

Aunque es consciente de la dificultad de separar el asesoramiento de la comercialización, el experto defiende una diferenciación de ambas actividades por los potenciales conflictos de interés subyacentes (por lo que él no cobra retrocesiones), y considera que, con los requisitos que exija la nueva regulación, algunas entidades de banca privada dejarán de lado el negocio de asesoramiento para centrarse en la comercialización. “El asesoramiento saldrá caro y en algunos casos no les compensará seguir, por lo que muchas bancas privadas acabarán solo comercializando”, dice.

En línea con su perfil docente, otra tendencia de futuro es la necesidad de aumentar la cultura financiera de los clientes para que paguen por el servicio, algo que ve complicado actualmente. Pero tampoco está dispuesto a dejar sin asesoramiento a los clientes de menores patrimonios que no pueden permitírselo, algo que está ocurriendo en países como Reino Unido. “Hay que buscar soluciones para asesorar a todos. Puede que asesorar a pequeños clientes no sea rentable, pero habrá que pensar en una solución similar a las igualas médicas, porque son precisamente ellos los que acuden a chiringuitos y generan problemas y mala imagen para el sector”, dice.

En este sentido, cree que las EAFI pueden cubrir un hueco importante. “Hay mucho dinero asesorado fuera de los círculos habituales y debería haber 2.000 EAFI”, dice, confiando en un crecimiento “necesario” de la figura a medio y largo plazo, aunque aún no a corto. “Es una figura necesaria y el supervisor debe ayudar a darla a conocer y realizar una labor formativa conjunta con las EAFI”.

El lado más solidario

Queralt, que además de su labor docente realiza peritajes judiciales, se confiesa un enamorado de los productos estructurados o referenciados, como le gusta llamarlos, aunque trabaja poco con fondos porque cree que, a pesar de tener a favor la fiscalidad – cree que los ETF están discriminados fiscalmente–, son menos transparentes que otros productos. También es especialista en mercados africanos y cree que, en la medida en que todo el mundo necesita diversificar, debería tener en sus carteras un pedacito de ellos. Y es que Queralt es un profesional solidario, que lidera una ONG vinculada a pequeños proyectos en África.

Su EAFI es persona física, pero de vez en cuando recurre a la ayuda y colaboración de otros doctores en economía.