Las EAFI critican que la banca privada no apueste por su sector e, incluso, lo entorpezca

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SalFalko, Flickr, Creative Commons

Si usted es un profesional financiero y está valorando la posibilidad de crear una EAFI tras largos años de experiencia profesional en la banca comercial o privada, debe saber cuál es la situación actual de la EAFI media española.

Según un estudio elaborado por Albert Ricart, socio de C&R Investment Financial Advisor EAFI, en el seno de Economistas Asesores Financieros (EAF), el órgano de EAFI del Consejo General de Economistas, la facturación media de las EAFI en España fue en 2013 -año tomado como referencia para el informe- de 271.285 euros; su media de beneficios, de 43.037 euros, y además, éstas emplearon de media a 3,53 personas por entidad.

En este estudio, realizado sobre 71 firmas, no se tienen en cuenta a varias EAFI cuyo negocio principal excede el puro asesoramiento financiero independiente y se excluye a las constituidas a lo largo de 2013 al no llegar a cumplir un año de actividad.

Más allá de las cifras de negocio, también importan las sensaciones que rodean a la labor profesional diaria. Lo cierto es que, critica Ricart, “la banca privada no apuesta por el sector de las EAFI, no está a gusto con ellas”. Según indica el autor del estudio, “las bancas privadas consideran un riesgo reputacional trabajar con una EAFI”. Además, incide, “salvo un grupo reducido de bancas privadas que conocen nuestro sector y no ponen pegas, el resto muchas veces presionan a sus clientes para dificultar su relación con las EAFI e, incluso, que no trabajen con ellas”, lo que implica eliminar privilegios o tratos preferentes a clientes que se relacionan con la entidad de banca privada en cuestión a través de una EAFI.

Un reclamo de peso para las EAFI nacionales es la falta de homogeneidad a la hora de utilizar una fórmula concreta para perfilar por nivel de riesgo a sus clientes, algo en lo que debería tomar parte con una pauta propia la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), a juicio del sector. “En función del algoritmo utilizado, el cliente puede tener distintos perfiles de riesgo según se trate de una EAFI u otra, lo que le desprotege”, señala Ricart.

La fiscalidad es otra de sus reivindicaciones clásicas. Mientras que el servicio de asesoramiento financiero sí es deducible para el cliente jurídico, no lo es para el cliente físico. “Si fuese deducible para todo tipo de clientes, las EAFI ganarían en atractivo y su negocio se incrementaría”, estima el socio de C&R IFA EAFI.