Las EAFI crean vínculos de colaboración entre ellas para ofrecer un servicio más completo

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OndasdeRuido, Flickr Creative Commons

Unir fuerzas para sobrevivir, crecer en un escenario de mercado complejo y ofrecer a los clientes el servicio más completo posible. Ése es el objetivo de las empresas de asesoramiento financiero españolas que, tras obtener la autorización de la CNMV para operar como tal, han decidido o están planteándose establecer vínculos con otras empresas del sector, ya sea compartiendo servicios auxiliares y de apoyo a la actividad del asesoramiento o subcontratando servicios en EAFI con una especialización. Sobre todo es el caso de las EAFI unipersonales que no pueden hacer solas todo el trabajo.

“Cuando creas tu EAFI tienes que tener buenos colaboradores”, contaba Begoña Castro en una entrevista con FundsPeople. Colaboradores que pueden ser bancos y gestoras, abogados, asociaciones como Aseafi u órganos específicos como EAF, del Colegio de Economistas, o consultores, pero también otras EAFI. Unos acuerdos que pueden ser incluso sustitutivos de la contratación de más empleados: “La colaboración con las EAFI puede ser la vía para mantenernos como entidades unipersonales”, decía en una reciente entrevista Araceli de Frutos, fundadora de la EAFI homónima.

Los profesionales apuestan cada vez más por las colaboraciones, pero son cautos en cuanto a las formas para respetar la legislación, puesto que además de las restricciones formales a la figura, las recomendaciones de inversión han de estar totalmente separadas, bajo la responsabilidad de una sola EAFI. Por eso, aquellas que han iniciado algún tipo de asociación pero sin llegar a fusionarse siguen realizando sus labores de asesoramiento financiero de forma independiente y bajo la marca de su EAFI, si bien comparten otro tipo de servicios auxiliares o de apoyo a la labor de asesoramiento.

Es el caso de Javier Kessler EAFI y Juan Manuel Vicente Casadevall EAFI, fundadoras y propietarias de Kessler & Casadevall Asesoramiento Financiero, entidad que ofrece servicios ajenos al asesoramiento, como el análisis de fondos de inversión (con Javier Ochoa y Andrea Amor como analistas) o la plataforma Fund Info, con documentación sobre todos los fondos registrados en España. Los servicios de asesoramiento son ofrecidos por cada una de las EAFI de forma totalmente separada, si bien para realizar esa labor comparten y utilizan los recursos del despacho, como las oficinas, la administración, el personal, el servicio de Reuters, los servicios informáticos o un software que desarrollaron para cumplir la ley y realizar los trámites con la CNMV, y registrar todos los datos de clientes, test de idoneidad y recomendaciones.

A mediados del año pasado, el despacho lanzó un servicio bajo el lema “Trabaja con nosotros”, con el que ayuda a desarrollar la actividad de asesoramiento a personas físicas que pretendan convertirse en EAFI o ya lo sean, apoyándoles en los trámites para lograr aprobación por parte de CNMV y ofreciendo un paraguas que incluye servicios de front, middle y back office. “Tenemos un despacho de consultoría donde tenemos los recursos y una marca común y donde el personal es cualificado y está registrado como EAFI”, explica Kessler, pues la última incorporación, Carlos de Fuenmayor en Cataluña, está en proceso de registrarse también como tal.

También Javier Mateo Palomero EAFI y Ramón Zárate EAFI trabajan de forma totalmente independiente y con sus propios clientes al dar asesoramiento sobre inversiones, pero han creado una marca comercial común, EmásI EAFI (acrónimo de Estrategias más Inversiones), propiedad de las dos y bajo la cual se reparten servicios auxiliares al asesoramiento, como los servicios a las pequeñas y medianas empresas (temas como reestructuraciones de capital o búsqueda de financiación) o el análisis de inversiones sobre activos financieros, con el objetivo de ofrecer un servicio completo a sus clientes. “Repartimos solo los servicios que podría hacer otra empresa no EAFI”, resume Zárate.

La idea es además aglutinar a más EAFI en el futuro, personas físicas principalmente, con el objetivo de expandir la marca por todo el territorio español. Un crecimiento geográfico a través de otras EAFI, y no de sucursales, en línea con lo que ha hecho Kessler & Casadevall AF al contratar un asesor para Cataluña. En EmásI EAFI las dos empresas de asesoramiento fundadoras comparten el domicilio social, pero solo zonas comunes como la sala de juntas o espacios para las tareas de back office, pues cuentan con despachos separados.

Colaboración en materias de especialización

En línea con estas iniciativas de uso conjunto de servicios auxiliares y de apoyo pero manteniendo la actividad de asesoramiento independiente, distintos asesores han reconocido a FundsPeople que los contactos entre ellos para compartir servicios en temas administrativos o legales son cada vez más frecuentes, aunque sin plantearse crear una marca común.

Y también son frecuentes los contactos para intercambiar servicios de asesoramiento en áreas concretas (asignación de activos o información sobre activos específicos). Para De Frutos, el secreto estará en las colaboraciones en las que cada entidad aporte algo diferente, ya sea base de clientes o distintos conocimientos financieros y de gestión. La forma más sencilla de hacerlo es subcontratando servicios o realizando consultas puntuales a otras EAFI especializadas, pero de forma que la EAFI inicial siga siendo responsable de las mismas. El problema de esta fórmula es que los asesores no quieran ofrecer su especialización a otras EAFI para no “perder nombre”, dice Zárate. Pero es la más sencilla desde el punto de vista legal y de costes.

Compartir el negocio de asesoramiento es más complejo: “La posibilidad de acuerdos entre EAFI con distintas especializaciones de forma que compartan los clientes y que cada EAFI facture la parte correspondiente de su servicio es más problemática y es un modelo por descubrir”, dice Zárate. De ahí reticencias como la de Kessler, que prefiere mantener su EAFI unipersonal y seguir dejando la labor de asesoramiento en sus manos para no aumentar los costes ni tener que delegar ese servicio. Zárate matiza que esos acuerdos no son fáciles de llevar a cabo desde el punto de vista legal y tampoco de intereses, al menos si no existe un acuerdo global o una marca o proyecto común.

Consolidación más lejana

Por eso, de fortalecerse el deseo o el interés por esas colaboraciones, podrían ser solo un primer paso hacia acuerdos de asociación o fusiones entre EAFI, algo que los profesionales tienen en mente. Un ejemplo es David Gassó, fundador de Anchor Capital Advisors EAFI, que se dio de baja como persona física y pasó a constituirse como sociedad limitada para dejar abierta la puerta a socios o fusiones.

Pero, en general, creen que es pronto para hablar de un movimiento de consolidación en el sector, pues no todas las unipersonales querrían dar el paso de cambiar su forma jurídica: así, sobre todo por dificultades legales y de costes, aún no hay casos de fusiones de EAFI como tal. Xavier San Miguel, director de Bissan Value EAFI, cree que dichas fusiones tendrán sentido cuando el sector sea más maduro, pero de momento no cree en ellas y apuesta más bien por ese movimiento de colaboración que ya ha comenzado y parece imparable.