Las cuatro fuerzas que están transformando la gestión patrimonial en Europa

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Angelocesare, Flickr, Creative Commons

Europa representa una de las mayores oportunidades de gestión patrimonial del mundo. Con 18 billones de euros de activos financieros en manos de particulares (a cierre de 2013), el mercado europeo resulta particularmente atractivo en términos de tamaño, perspectivas de crecimiento y potencial de rentabilidad.

Según el informe El futuro de la gestión patrimonial en Europa: imperativos para el éxito, elaborado conjuntamente por J.P. Morgan Asset Management y Oliver Wyman a partir de las opiniones de 162 profesionales de la gestión patrimonial de trece países europeos, desde 2010 los activos financieros de particulares han crecido a un ritmo anual del 4,3% frente al 3% al que lo ha hecho el PIB nominal europeo (tasa de crecimiento anual compuesto) y se espera que sigan creciendo hasta 2018 a una tasa cercana al 5% anual, que podría llegar al 6% en el caso de los patrimonios más elevados (entre uno y más de quince millones de euros).

A esto se suma que las gestoras patrimoniales vienen ofreciendo una rentabilidad financiera media del 13-15% y están valoradas ahora mismo a 10-12 veces su PER (ratio precio-beneficio), frente a las 6-8 veces de la banca corporativa y de inversión, lo que explica el interés que despiertan estas firmas entre los inversores y el optimismo generalizado con respecto a las perspectivas del sector: el 82% de los encuestados creen que el mercado de la gestión patrimonial seguirá siendo atractivo (54%) o muy atractivo (28%) en los próximos cinco años.

No obstante, el sector también se enfrenta a retos importantes, como el incremento de la competencia, los menores niveles de rentabilidad –los beneficios siguen estando un 20% por debajo de los niveles previos a la crisis– y el aumento de costes relacionado con la creciente presión regulatoria, que en opinión del 91% de los encuestados dará pie a la consolidación, sobre todo entre las firmas más pequeñas.

Además, la confianza en las gestoras patrimoniales se vio muy dañada durante la crisis financiera y todavía no se ha recuperado del todo, lo que ha llevado a muchos clientes a invertir directamente en propiedades inmobiliarias o en capital riesgo o a mantener mayores depósitos de efectivo. Pese a estos retos, la expectativa de mercado es que las firmas de gestión patrimonial generen un crecimiento anual de beneficios cercano al 6-7%.

Cuatro fuerzas de cambio

El informe identifica cuatro tendencias que están transformando el sector de la gestión patrimonial europea. En primer lugar, las gestoras deben prepararse para una nueva generación de clientes surgida de empresas de éxito como las tecnológicas y caracterizada por comportamientos y expectativas muy diferentes a los de la generación anterior, como el uso de herramientas digitales para la gestión de su patrimonio o el alto grado de conocimientos y de implicación en las decisiones de inversión.

Durante los próximos 20-30 años se producirá además el natural traspaso de riqueza a una generación más joven, lo que también tendrá consecuencias sobre la relación entre los gestores patrimoniales y sus clientes. De hecho, tres de cada cuatro encuestados considera esencial desarrollar productos y servicios adaptados específicamente a una clientela más joven y un 80% apuesta por fomentar el desarrollo de su oferta digital. La buena noticia es que estos nuevos ricos muestran más interés por recibir un asesoramiento profesional.

La segunda fuerza disruptiva que identifica el informe es la innovación digital y los nuevos modelos de negocio que ejemplifican firmas como Nutmeg, que ofrece servicios automatizados de creación y gestión de carteras online, las plataformas de negociación social o temática como Motif Investing, servicios integrales de gestión patrimonial online como Personal Capital y otras empresas de servicios no financieros como Alibaba, cuyo fondo monetario orientado al mercado chino es el cuarto más grande del mundo con activos bajo gestión por valor de 67.000 millones de euros.

La consecuencia lógica es que la cuota de mercado de estas nuevas firmas experimentará un fuerte crecimiento en los próximos cinco años, que los profesionales que han participado en el informe sitúan en un 20% del mercado en el caso de las empresas de servicios no financieros y un 30% en el caso de las gestoras patrimoniales digitales.

En tercer lugar, el énfasis de los reguladores en la protección de los clientes y la estabilidad del sistema financiero presenta numerosos retos –operativos, de cumplimiento y de costes– para las gestoras patrimoniales pero también genera oportunidades para la diferenciación, motivo por el que esta cuestión se ha convertido en una prioridad estratégica para estas firmas.

Por último, la exigencia de transparencia fiscal –en respuesta a los acuerdos firmados por los miembros de la OCDE sobre el intercambio automático de información para evitar la evasión fiscal y el blanqueo de capitales, por ejemplo– está provocando una auténtica convergencia entre los modelos de negocio onshore y offshore.