Las cuatro condiciones de Franklin Templeton para que los inversores puedan regresar a la bolsa china

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think cink, Flickr, Creative Commons

¿Pueden mantener las reformas en China a flote la confianza del inversor? ¿Podrán ayudar a impulsar el mercado de acciones A de China? Estas dos preguntas suponen el punto de partida de la última entrada que ha escrito Mark Mobius en su blog. Como viene haciendo en los últimos meses, Mobius presenta el tema, pero invita a otro experto de Franklin Templeton Investments a participar con un análisis en mayor profundidad. En este caso los comentarios pertenecen a Eddie Chow, vicepresidente ejecutivo sénior y director ejecutivo del grupo de mercados emergentes de la gestora estadounidense.

En qué reformas debe fijarse el inversor

Chow explica que, si bien algunas de las reformas pueden tener un impacto inmediato, otras lo tendrán más bien en el largo plazo debido a su carácter estructural. Pone como ejemplo en el área de apertura de los mercados de capital el programa Shanghai–Hong Kong Stock Connect, que tiene como propósito incrementar las cuotas de inversión interior y exterior y flexibilizar los límites de accionistas extranjeros en empresas cotizadas. Chow cree que este programa “pronto podría ayudar a inyectar más liquidez al mercado local de acciones A de China”. “De medio a largo plazo, creemos que una mayor participación de inversores extranjeros puede cambiar los comportamientos y dinámicas del mercado y hasta la dirección a nivel de la empresa”, añade el director ejecutivo.

Otras de las medidas encaminadas a mejorar la estructura de los mercados de capital que está implementando el Ejecutivo chino pasan por la creación de nuevas normas para la aprobación de OPV y por la sustitución del sistema de emisión de acciones basado en la aprobación en el mercado. El representante de Franklin Templeton muestra su confianza en que “los reguladores trabajarán para combatir la posible manipulación de información privilegiada, aumentar la divulgación de información, mejorar el régimen de supresión y apoyar las inversiones de los fondos de pensiones”. También cree que todas estas nuevas iniciativas contribuirán a reavivar el interés en el mercado de acciones A de China. “Estos esfuerzos tienen el propósito de hacer que los mercados de capital de China sean mucho más diversos, estructurados y transparentes. Es muy importante ya que en China existe una gran cantidad de ahorros privados que podrían ser invertidos. Hasta ahora, gran parte del trabajo es realizado por el sistema bancario estatal y, lógicamente, el sistema bancario posee muchas limitaciones”, evalúa Chow.

El experto también es consciente de los riesgos que entraña un mercado en pleno proceso de reforma. En primer lugar, estima que “la economía tiene que ser capaz de soportar el crecimiento a un ritmo más lento para reequilibrar su enorme dependencia de las inversiones”. Añade en este punto que “las políticas monetarias y el crecimiento del crédito no pueden inclinarse hacia las pérdidas si el gobierno quiere reparar la situación subyacente de sobreapalancamiento en la economía”. Por otra parte, Eddie Chow advierte de que “es probable que haya más incumplimiento de bonos (defaults), y que los precios de las propiedades bajen para reducir el crecimiento de las actividades bancarias paralelas”. Asimismo, resalta que existen indicios de que el mercado inmobiliario podría sufrir ajustes aunque aclara que “un retroceso de los precios no nos afectaría demasiado, ya que creemos que esto puede beneficiar al desarrollo a largo plazo de este mercado tomando algunos excedentes de inversiones y reorientando el capital a otros sectores”.

Finalmente, el experto tiene unas palabras sobre el shadow banking. Aunque es consciente de que se suele presentar como un gran problema para la economía china, defiende que “de alguna manera puede considerarse una forma de liberalización del mercado de tipos de interés en China y un complemento del sector bancario”. La visión del director ejecutivo del grupo de mercados emergentes de Franklin Templeton es que “las actividades bancarias paralelas de China, en relación con el tamaño de la economía, no son excesivas”. “El problema, según lo vemos, es que la actividad ha crecido muy rápido y gran parte fue destinada a las actividades comerciales de propiedades, minería y metal de la economía de China que se enfrentan a fuertes vientos en contra cíclicos”, indica, para a continuación recordar que actualmente se están implementando de forma gradual normas más estrictas y requisitos de divulgación para controlar estas actividades.

¿Qué pasos quedan por dar?

Para restaurar la confianza del inversor, Chow se muestra muy claro: “Necesitaríamos ver al mismo mercado desempeñar su papel en la intermediación efectiva y eficiente del capital”. De hecho, establece hasta cuatro condiciones para que los inversores puedan volver a animarse a entrar en este mercado. La primera, que “las empresas puedan cotizar y obtener capital adicional sin impedimentos de excesiva burocracia”. La segunda, que “las empresas mal administradas pueden ser retiradas de cotización y compradas por mejores empresas, según las determinaciones correspondientes del mercado”. El tercer condicionante es que “los derechos de accionistas minoritarios estén bien protegidos”. Y el cuarto, que “directores y accionistas importantes estén bajo una dirección adecuada”.

“Creemos que el plan de reforma integral de los mercados de capital de China es la medida correcta adoptada por el gobierno, aunque el mercado no parezca muy confiado en que el gobierno está dispuesto a tomar medidas dolorosas a corto plazo para poner todas estas propuestas de reforma en acción”, concluye Chow en su análisis.