“Las condiciones son muy favorables para los activos de crédito”

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Foto cedida

Las condiciones siguen favorables para activos de crédito, ya que tanto el BCE como la Reserva Federal se preparan para relajar la política monetaria en respuesta a la desaceleración del crecimiento. “En este sentido, seguimos favoreciendo deuda grado de inversión y de alta rentabilidad, que se ve apoyada por el perfil de crédito saludable de las empresas y las fuertes entradas de capital de inversores en búsqueda de rentabilidad adicional”, aseguran Olivier Ginguené, director de estrategia (en la imagen) y Luca Paolini, estratega jefe de Pictet Asset Management.

Según ambos expertos, la rentabilidad de la deuda de Italia y España ha caído ante las expectativas de más medidas no convencionales de flexibilización monetaria en la zona euro y un programa de compra de deuda soberana. “Tras este fuerte rally hemos tomado beneficios en bonos del Gobierno italiano cuando rentaba un 5,7%, nivel que hemos considerado apropiado. Al mismo tiempo, ante la expectativa de débil crecimiento económico y continuo estímulo monetario, reconocen seguir manteniendo exposición larga a variaciones de tipos de interés mediante bunds y deuda a largo plazo de EEUU.

En términos generales, la postura de riesgo de Pictet AM sigue neutral por tercer mes consecutivo.  “Hemos sobreponderado el peso de acciones europeas y reducido la exposición a acciones de EEUU a neutral. También seguimos neutrales en mercados emergentes, donde las valoraciones son atractivas y los bancos centrales continuando relajando la política monetaria, pero el crecimiento es débil”.  Por sectores, la firma ha aumentado el peso del consumo básico y reducido el de materiales.  “Además, un sobrepeso en energía ofrece cobertura contra el aumento del precio del petróleo”, afirman.

Según ambos gestores, hay que tener en cuenta que, a pesar del reciente rally, la prima de riesgo de las acciones en EEUU es aproximadamente del 6% -por encima de la norma histórica - y cotizan a 11,4 veces beneficios esperados -una desviación estándar debajo del promedio histórico-. “Nuestra opinión sigue siendo que, independientemente del resultado de las elecciones presidenciales, se alcanzará un acuerdo entre Republicanos y Demócratas para evitar recortes y subidas fiscales en 2013.  De manera que la restricción fiscal neta ascenderá sólo a 1,8% del PIB, mucho menos del 4% que se puede llegar a producir”.

Expectativas empresariales demasiado elevadas
En opinión de Ginguené y Paolini, las expectativas de crecimiento de beneficios empresariales (12% a nivel mundial para 2013) siguen siendo demasiado optimistas en un momento en que el crecimiento económico es incierto. “Esperamos más bien aumentos de beneficios de un solo dígito”.  De hecho, sólo cuatro -farmacia, productos para el hogar, medios de comunicación y aplicaciones informáticas- de los 24 sectores que componen el índice mundial MSCI han tenido incrementos netos en expectativas de beneficios.

“A ello se añade que los indicadores técnicos han dado señal de venta, pues la volatilidad por el índice VIX ha llegado a caer por debajo de 17, lo que típicamente presagia corrección. En conjunto, las encuestas muestran una rápida mejora del sentimiento de los inversores, pero muchos no han participado del reciente rally y mantienen un peso récord de efectivo”, aseguran. “Mientras, los inversores siguen cautelosos en Europa, cuyos mercados cotizan con importantes descuentos respecto a los beneficios esperados”.

Septiembre, un mes lleno de test políticos
En cualquier caso, septiembre está lleno de test políticos para la zona euro: reunión del BCE, sentencia del Tribunal Constitucional alemán sobre la legalidad del Mecanismo Europeo de Estabilidad, elecciones generales holandesas, situación fiscal en Grecia y reunión del Ecofin. “En este entorno incierto es más probable la sorpresa del BCE que de la Fed respecto a estímulos monetarios. De hecho, hay evidencias de un enfoque más integral para resolver los problemas de a deuda de la región, con menor oposición de Alemania a la postura anticrisis pragmática del BCE”, indican desde la gestora suiza.