Las claves defensivas del sector sanitario

Aguantaron bien en los momentos más duros de la crisis, cuando todo caía; y en el futuro la versatilidad de los fondos relacionados con la sanidad también les convierte en una interesante opción por su capacidad de bandear los momentos malos y de aprovechar los buenos.

Este tipo de fondos incluye, por un lado, aquellos que invierten en las clásicas empresas farmacéuticas; por otro, los que se decantan por el sector sanitario, incorporan compañías relacionadas con esta actividad, como los equipos e instrumentales médicos, sin que se tengan que dedicar necesariamente a la fabricación de medicamentos; y, por último, los que se centran en la biotecnología, la farmacia del futuro, entra en el juego de las nuevas patentes. Los dos primeros grupos están estrechamente vinculados entre sí, por lo que suelen evolucionar de forma paralela.

Víctor Alvargonzález, director general de la empresa de asesoramiento independiente Profim, explica que los sectores sanitario y farmacia son defensivos, es decir, caen menos cuando la bolsa tiene tendencia a la baja, pero también suben menos cuando los mercados están al alza. Según Alvargonzález, las bolsas tienen todavía cierto recorrido alcista, aunque sea inferior al que han tenido hasta ahora, por lo que en el medio plazo los fondos que invierten en estas industrias no van a estar a la cabeza de las clasificaciones. En cambio, en el corto plazo pueden ser una buena opción “porque se tienen que corregir excesos y en los procesos de corrección los sectores defensivos lo hacen bien”.

En estos momentos, en los que se suceden los signos de recuperación económica, los inversores se han volcado en los sectores cíclicos (evolucionan de forma paralela al ciclo económico) y han dejado al margen los negocios sanitario y farmacéutico. Pero aunque esta es la tendencia general, dentro de este grupo hay que hacer otra distinción, la de los fondos que tienen en su cartera empresas del sector e aplicaciones farmacéuticas genéricas. Según el gestor de Pictet Funds Generics, Michael Sjöstrom, se ha producido una fuerte recuperación en las acciones de fabricantes de genéricos. De hecho, este fondo especializado en genéricos acumula una rentabilidad de más del 30%, mientras que el índice general, el MSCI World Pharma, se ha revalorizado un 7,5%.

El secreto está en los emergentes. Y en el futuro seguirá siendo así. Según el Instituto Mundial de la Salud, el crecimiento de productos farmacéuticos va a proceder casi exclusivamente de estos mercados. Pero habrá otros apoyos.

En Japón los genéricos sólo representan el 20% de las prescripciones, pero se pretende que esa cuota llegue al30% en 2012; y en EEUU se prevé la implantación de la asistencia sanitaria universal, con 50 millones de nuevos usuarios, lo que también puede ser una buena noticia para los proveedores de fármacos asequibles. Un factor más a tener en cuenta: Sjöstrom destaca que, pese a las subidas, esta industria aún cotiza a precios atractivos (14 veces los beneficios esperados en 2010).

El otro grupo de fondos del sector sanitario es el que invierte en biotecnología. Aunque estas compañías también tienen sesgo defensivo, su comportamiento suele sermás volátil que el de las farmacéuticas tradicionales. En este caso, tampoco se esperan grandes cosas a medio plazo; pero en cambio en el largo plazo “parece una inversión interesante, que no debería faltar en carteras que miran al futuro y tienen capacidad para asumir riesgos”, explica Alvargonzález. Sjöstrom, gestor también del fondo Pictet Funds Biotech, explica que en tiempos de incertidumbre la biotecnología es de los pocos sectores que ofrecen crecimiento y visibilidad de beneficios, que pueden crecer un 20% anual, hasta cuatro veces más que el mercado farmacéutico convencional.

Los expertos insisten en que la clave de la inversión en salud se encuentra en la selección. El gestor de BNYMellon Continental European Equity, Raj Shant, da alguna pista. En su opinión, la manera de obtener grandes retornos en este negocio alargo plazo es centrarse enc ompañías que sean realmente innovadoras y que se concentren en las necesidades clínicas no satisfechas.