El Instituto Español de Analistas Financieros (IEAF) es una de las seis primeras instituciones cuyos títulos y certificados han sido recogidos en la lista inicial de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) para formar y acreditar a los profesionales que asesoran e informan sobre productos financieros y de inversión, una exigencia profesional que reclama MiFID II y que impondrá a partir de su entrada en vigor, en 2018.
El IEAF es la institución que, de inicio, más títulos y certificados ofrece en estas materias, hasta siete: seis para asesorar (Asesor Financiero, Experto en Asesoramiento Financiero, Gestor de Patrimonios, Analista Financiero Europeo [CEFA], Analista Financiero Internacional [CIIA] y Máster en Finanzas Internacionales [MFI]) y uno para informar (Asesor de Servicios Financieros). Jesús López Zaballos, director gerente de la Escuela de Formación IEAF/FEF, continúa una serie de entrevistas en la que los distintos responsables de estos títulos y certificados explican a Funds People las claves de su formación.
Funds People: ¿Con cuántas entidades financieras tienen ya cerrados acuerdos de formación y certificación?
Jesús López Zaballos (IEAF): En el año 2017, hemos cerrado acuerdos de formación y certificación con 14 entidades, entre las que se encuentran bancos, compañías de seguros, sociedades y agencias de valores. Tenemos previsto formalizar acuerdos con cinco entidades más antes de fin de año. Es de destacar que, durante el primer semestre de 2017, se han presentado más de 8.000 candidatos a los exámenes de certificación del IEAF en los distintos niveles de asesor e informador.
¿Cuántos profesionales ya han sido certificados? De ellos, ¿qué porcentaje ha sido para informar y cuál para asesorar?
Desde el año 1992, el IEAF lleva certificando profesionales con el título de Asesor Financiero y Gestor de Patrimonios, ambas certificaciones homologadas por la CNMV para asesorar. En 2017, publicada la normativa de ESMA, el IEAF comenzó a certificar el nivel de informador financiero. A 31 de octubre de 2017, el IEAF ha certificado a 11.175 asesores financieros y 92 informadores financieros.
¿Por qué su institución ha decidido ofrecer formación-certificación para informar?
La labor de información financiera sigue siendo relevante en muchas entidades financieras y compañías de seguros. Es por ello que el IEAF considera necesario ofrecer este nivel de formación y certificación a estos colectivos.
De los puntos críticos sobre formación que se piden desde la UE, ¿en qué aspectos tendrán que incidirse en mayor medida en España y en cuáles menos?
Conocer el efecto de las cifras económicas y acontecimientos nacionales, regionales y globales en los mercados financieros, la valoración de productos y los fundamentos y principios de gestión de carteras son, sin duda, los aspectos críticos donde más debemos insistir.
¿Se van a posicionar como formadores-certificadores de marca blanca para programas ad hoc de entidades que soliciten un temario y timing propio o una convalidación?
Sí. El IEAF siempre ha estado abierto a colaborar con entidades que quieran desarrollar programas de formación y certificación propios. Es una posibilidad que la CNMV contempla en la nueva normativa. Además, siempre que dicho programa contemple los requisitos mínimos marcados por la norma, y si la entidad lo solicitara, el IEAF realizaría los trámites necesarios en la CNMV para intentar homologar ese programa para su inclusión en la lista oficial.
A medio y largo plazo, ¿cree que las obligaciones por parte de ESMA serán suficientes para garantizar en Europa y en España las buenas prácticas de venta y asesoramiento financiero?
Es un paso adelante importante y necesario, pero no garantiza que los profesionales poco éticos abandonen las malas prácticas. Eso sí, ahora ya ningún profesional podrá excusarse en la falta de conocimientos para asesorar.
¿En qué aspectos de formación o praxis sobresalen los profesionales españoles respecto al resto de europeos? ¿Y en cuáles se quedan por detrás?
No creemos que haya una gran diferencia de conocimientos entre los profesionales del resto de Europa y los españoles, pero lo que sí es cierto es que en algunos países europeos existen más asesores independientes que en España, lo que les exige un mayor conocimiento de la norma y de sus responsabilidades como profesional independiente.
