“La volatilidad seguirá incrustada en el mercado, por lo que aconsejamos estrategias defensivas”

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Walking Geek, Flickr, Creative Commons

Por tercer verano consecutivo, la economía estadounidense se está desacelerando mientras Europa se mueve al borde del abismo. Según Russ Koesterich, responsable de inversiones de iShares, los renovados temores sobre una recesión en Estados Unidos son razonables, aunque existen cuatro razones por las que, en su opinión, no veremos este escenario en 2012, lo cuál no quiere decir que este experto permanezca alerta respecto al próximo año ante lo que supone el acantilado fiscal al que tendrá que hacer frente el país.

En un artículo publicado en su blog, Koesterich cita entre las cuatro razones que le hacen ser optimista para este año el hecho de que “Europa, aunque dando tumbos, está luchando para dar una solución a su crisis, si bien resulta probable que el continente siga siendo una fuente de estrés para la economía mundial”. En este sentido, desde iShares reconocen haber visto algunos progresos en las últimas semanas. “Los resultados de las elecciones griegas han mitigado el riesgo de una salida de Grecia del euro a corto plazo, mientras que España ha reconocido que tiene un problema con su sistema financiero”.

Razón número dos: la aparente debilidad de Estados Unidos puede atribuirse en parte a los caprichos estadísticos y no exclusivamente a una desaceleración económica. El tercer motivo apunta a que los indicadores líderes permanecen en niveles estables, mostrando señales de crecimientos positivos, como es el caso de la Chicago Fed Nationanl Activity, índice que apunta a un crecimiento de la economía estadounidense en torno al 2%. Y, la última razón: los precios de la gasolina están cayendo, lo que supone un alivio para el bolsillo de los consumidores.

En cualquier caso, lo que Koesterich tiene claro es que con un ajuste fiscal que previsiblemente no será determinado hasta después de las elecciones presidenciales del mes de noviembre, y la incertidumbre que todavía se cierne sobre Europa, resulta previsible que la volatilidad siga incrustada en los mercados. Por este motivo, el experto recomienda configurar una apuesta defensiva con productos que inviertan en compañías de calidad, de alta rentabilidad por dividendo, sectores defensivos como el de las telecomunicaciones o fondos de mínima volatilidad.