La ventaja de ser pequeño: cinco claves del modelo de inversión de S. W. Mitchell

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PetitPlat - Stephanie Kilgast, Flickr, Creative Commons

Si 2015 estuvo marcado por el desembarco de boutiques especializadas en activos alternativos, en lo que va de 2016 es la renta variable europea la que marca tendencia, con las recientes llegadas a España de Montanaro y Pergam. La boutique inglesa S. W. Mitchell Capital es un híbrido de ambas tendencias, pues su especialidad es la renta variable europea y ofrece a sus clientes estrategias long/short y long only. La firma, con sede en Londres, fue fundada en 2005 por Stuart Mitchell (ex JO Hambro) y dispone de 2.000 millones de dólares en activos bajo gestión, distribuidos entre fondos UCITS, hedge funds y cuentas separadas para inversores institucionales. 

S. W. Mitchell Capital define su estilo de inversión como elevadamente activo, de alta convicción y muy enfocado en el stock picking, sin ningún tipo de restricción. El equipo de inversión pone mucho énfasis en conseguir reuniones cara a cara con el equipo directivo de las compañías que entran en su radar antes de tomar una decisión de inversión, lo que les ha llevado a reunirse con 1.200 empresas europeas durante el año pasado. “Este extenso programa de reunión con compañías está en el corazón de nuestro análisis e identificación de elementos no apreciados adecuadamente por el mercado. Nuestro acercamiento distintivo de selección de valores sin restricciones, con enfoque de largo plazo y siendo agnósticos con el índice nos da agilidad para perseguir oportunidades allí donde estén”, indican desde la firma. 

Desde S. W. Mitchell Capital indican asimismo que otra de las claves de su modelo de análisis independiente es que está basado en la confianza: “La confianza de ignorar la disrupción del ruido de mercado y escuchar en cambio cuidadosamente a nuestras compañías; la confianza para crear un análisis original y un modelo apropiado de identificación de valor en el largo plazo; y la confianza para ir a contracorriente y seguir nuestra intuición, basada en la experiencia”. 

Actualmente, la gama de fondos con formato UCITS y domicilio irlandés de S. W. Mitchell Capital, todos con un enfoque long/short, está integrada por: The SWMC European Fund (renta variable europea), The SWMC Small Cap European Fund (renta variable, invierte en valores europeos de pequeña capitalización), The SWMC Emerging European Fund (invierte en acciones de compañías presentes en países europeos en vías de desarrollo) y The SWMC UK Fund (renta variable británica). Todos los productos tienen un track record de al menos dos años, siendo la estrategia más veterana la que invierte en small caps, con ocho años de vida. La firma es conocida asimismo por su hedge fund The Charlemagne Fund, con domicilio en Caimán. 

Beneficios de ser pequeño

Fuentes de la compañía reivindican su tamaño y estructura organizacional: “Invertir sólo forma parte de la ecuación. Habiendo experimentado de primera mano los desafíos que pueden afrontar las grandes corporaciones, nuestro énfasis al fundar la firma fue crear una infraestructura fuerte para minimizar las distracciones, permitiendo a nuestro equipo de inversión centrarse puramente en la rentabilidad”. 

Desde la firma enumeran cuatro aspectos que consideran como sus principales ventajas competitivas. En primer lugar, la experiencia y tamaño inusualmente grande de sus servicios de back- office gracias a su relación con Waverton Investment Management, que les permite maximizar su estructura operacional y minimizar el tiempo que dedica el equipo gestor a estos aspectos.  Destacan en segundo lugar la atención prestada a la gestión del riesgo a través de controles estrictos, procesos bien definidos y un análisis exhaustivo del riesgo (se aplican modelos desarrollados internamente con otros externos) para poder generar rentabilidad de forma consistente. 
El tercer elemento es la fortaleza del equipo: de los 17 integrantes actuales, 16 han trabajo juntos durante toda su carrera profesional. “Pensamos que nuestro fuerte énfasis sobre la cultura corporativa nos ayuda a alentar una interacción más efectiva y esto es clave para nuestro excelente track record. Desde la creación de la compañía, sólo se ha ido una persona”, indican. 

El cuarto pilar es la base de clientes: la firma se enorgullece de haber mantenido con algunos relaciones que se remontan a hace 20 años. “Tener clientes de largo plazo que entienden nuestra filosofía libera a nuestro equipo de inversión de la incertidumbre en torno a los flujos esporádicos de salida. La transparencia y la integridad son las piedras angulares de nuestro acercamiento a los clientes”, concluyen desde la compañía.