El regulador estadounidense ha anunciado que suspenderá la aprobación de nuevos ETF que “particularmente se apoyan en swaps y otros instrumentos derivados para lograr sus objetivos de inversión” mientras revisa el uso de estas herramientas en este tipo de productos y en fondos de inversión que normalmente van dirigidos al inversor individual.
El estudio ha sido impulsado por lo que parece ser un creciente número de fondos, particularmente ETF, que están recurriendo al uso de derivados con el objetivo de multiplicar sus rentabilidades en vez de únicamente para replicar el comportamiento de un índice, según publica The New York Times.
Andrew Donohue, director de la división de gestión de inversiones del regulador, la encargada de supervisar fondos de inversión, ha estado hablando a lo largo de los últimos meses sobre la preocupación de la SEC sobre los peligros desconocidos que implica el uso de estos instrumentos. “Aunque no es un fenómeno novedoso, queremos asegurarnos de que la regulación actual ofrece una protección efectiva ante la creciente complejidad de los derivados y el uso que le dan los gestores”, asegura. En el estudio se analizará la forma en que los fondos calculan el valor de estas herramientas y se aclarará si las perspectivas de los gestores se adecúan a los riesgos que el inversor afronta con su uso.
Por su parte, el Investment Company Institute, la organización que representa a los fondos junto a otras compañías de inversión, aseguró en un comunicado que está estudiando minuciosamente la situación y coordinando una postura ante el estudio de la SEC.
Los fondos tradicionales, particularmente aquellos que buscan replicar un índice bursátil, vienen usando desde hace tiempo derivados tales como contratos de futuros que proporcionan suficiente liquidez para hacer frente a potenciales reeembolsos. A diferencia de estos fondos ordinarios, que permiten a los inversores ser parte de un fondo o disponer de su inversión a un precio que refleja el valor diario del portfolio, las acciones de los ETF se valoran en función de lo que otros inversores están dispuestos a pagar por ellas, por lo que normalmente cotizan con descuento. El problema es que estos productos cada vez son más exóticos y están siendo usados por hedge funds u otros inversores institucionales para especular sobre determinados movimientos de mercado o para equilibrar sus portfolios.
Debido a que siguen prácticas no permitidas por la Investment Company Act de 1940, todos los ETF deben buscar una exención de la SEC que les permita operar y esto es precisamente lo que se verá paralizado mientras dure el estudio del regulador, que no afectará a aquellos que ya han sido aprobados.