La renta variable europea: la gran de incomprendida

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Foto cedida

TRIBUNA de Niall Gallagher, director de inversiones de GAM. Comentario patrocinado por GAM.

Niall Gallagher, director de inversiones de GAM, lleva 20 años gestionando renta variable europea. En este artículo, nos da tres razones por las que cree que estos activos están muy incomprendidos y que ofrecen mucho más de lo que aparentan.

La economía europea está creciendo

Ante todo, la economía europea está creciendo a buen ritmo, de en torno al 2-2,5 % anual. Aunque se ha producido una ligera ralentización en el crecimiento este año, sigue cayendo el desempleo, especialmente en España e Italia, y los salarios están creciendo, lo que favorece el consumo. El paro juvenil no se encuentra aún en su nivel más bajo, el de 2007, aunque ha mejorado significativamente.

Nuestra positiva previsión macroeconómica incluye también a la economía italiana, que muchos consideran una de las partes más débiles del continente. Cierto es que su gobierno actual es populista, y esto pudiera generar riesgos, pero los factores económicos subyacentes son buenos. En este momento, Italia presenta un superávit comercial, un superávit presupuestario primario y cuenta con unas de las más altas tasas de ahorro del mundo. Además, las regiones del norte de Italia son especialmente pudientes, y cuentan con fuertes mercados exportadores.

Los beneficios europeos deberían recuperar terreno a los de EE.UU.

Desde que estalló la crisis financiera global en 2008, los títulos europeos han ido por detrás de los estadounidenses. Mientras que el mercado norteamericano se encuentra aproximadamente un 50 % por encima de su cota más alta de 2007, el europeo sigue en torno al 20 % por debajo de su máximo anterior. La diferencia puede explicarse en gran medida por la crisis de la zona euro de 2010-12, que provocó una profunda recesión en países como España, Italia, Portugal, Grecia e Irlanda. Así pues, la recuperación económica europea no empezó a producirse hasta hace cinco años.

Consideramos que la zona euro va ya por buen camino y que seguramente se recupere terreno a la renta variable estadounidense, impulsada principalmente por sus buenos resultados. El crecimiento subyacente de los beneficios se encuentra actualmente en Europa en el 8-10 % anual, y esperamos que se mantenga. Existen ciertas áreas en las que observamos oportunidades particularmente atractivas. Por ejemplo, los sectores automovilístico y de la construcción se están recuperando desde unos niveles realmente bajos, y ya llevamos dos años de lo que creemos que acabará siendo un largo ciclo expansionista. Nos animan tanto el potencial como la cantidad de tiempo que tendrán que crecer ambos sectores.

La renta variable europea ofrece exposición a los aspectos de más rápido crecimiento de la economía global

Una opinión habitual, aunque errónea, es que la renta variable europea solamente está expuesta a las economías europeas subyacentes. Es verdad que los recursos nacionales de Italia, España, Portugal e Irlanda, así como el gran crecimiento de los inversores en Alemania, son unas fuentes importantes de crecimiento de los ingresos, pero Europa les ofrece mucho más a los inversores. De hecho, casi el 40 % de sus ingresos procede fuera de Europa, de los mercados emergentes. Dicho de otro modo, la renta variable europea ofrece exposición a algunas de las áreas más dinámicas y de más rápido crecimiento de la economía global, que debería ser un importante motor de crecimiento de los beneficios durante la próxima década.

Y de los ingresos procedentes de los mercados emergentes, una parte significativa proviene específicamente de China. Por ejemplo, Volkswagen llegó a China en 1986 y es el mayor productor de automóviles del país. A finales de la década de 1980 y principio de la década de 1990, todos los coches de Shanghái eran Volkswagen Passat… básicamente porque era el único modelo disponible. Y el de Volkswagen no es un caso anómalo. De hecho, muchas empresas europeas llegaron pronto a los mercados emergentes y han mantenido una fuerte presencia en ellos. Por lo tanto, hay unas cuantas empresas europeas muy grandes y rentables que operan en China.

Resumiendo, consideramos que la combinación de una Europa en recuperación, una operación de recuperación de terreno con la renta variable estadounidense, que ya estaba tardando, y el crecimiento secular de los mercados emergentes son factores que demuestran que la renta variable europea tiene mucho más que ofrecer de lo que pudiera aparentar. Las perspectivas económicas y corporativas de la región a largo plazo, que incluyen varios años de fuerte crecimiento de los resultados, nos parecen positivas y prevemos un buen avance para los mercados europeos.

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