La renta fija china busca revalidar el éxito de los fondos de acciones A

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danist07, Unsplash

Si bien este 2019 está siendo un año de lo más positivo para casi cualquier tipo de activo, hay un tipo de fondos que marcan la diferencia con respecto a los demás. Se trata de los productos que invierten en acciones A del mercado chino o, lo que es lo mismo en las compañías más domésticas del gigante asiático, ya que repuntan de media un 40% solo en lo que va de año, o lo que es lo mismo más del doble de ese 17% que se anotan los fondos que invierten en compañías chinas listadas en Hong Kong.

La razón que está detrás de esta gran diferencia no es tanto el hecho de que las sombras sobre el devenir de la economía china hayan empezado a disiparse- la semana pasada se conoció que China ha crecido un 6,4% en el primer trimestre, superando así las expectativas- sino más a la decisión de MSCI de aumentar el peso en sus índices de las acciones chinas de la clase A (de empresas locales) al 20% que supondrán en noviembre de este año y que implica dar entrada a más de 3.500 compañías que cuentan con una capitalización bursátil de 8,5 billones de dólares. Solo eso supone la entrada a un mercado, hasta ahora en manos locales, de mucho inversor institucional entre ellos los ETF o productos pasivos que solo por esa inclusión en los índices MSCI han empezado a comprar este tipo de acciones.

Pero el mercado de acciones chino no es el único que se está abriendo a través de los índices a los inversores de fuera de China. También lo está haciendo desde este mes de abril el mercado de bonos chinos ya que el índice Bloomberg Barclays Global Aggregate, uno de los índices de referencia en el mercado de bonos, ha empezado a incluir títulos de deuda gubernamental y de los bancos institucionales denominados en yuanes, con el impulso que eso puede suponer en la demanda de estos títulos que, al igual que sucedía con las acciones A, estaban hasta ahora en manos del inversor local chino.

Tan alta es la expectativa que Adrian Grey, director de inversiones de Insight, parte de BNY Mellon cita la inclusión de bonos chinos en el índice de Bloomberg como uno de los tres temas clave poara los inversores de cara a los próximos 24 meses, junto con la inestabilidad en la Unión Europea y la incapacidad de los bancos centrales para normalizar sus tipos de interés. “China está viviendo una profunda transformación. El gobierno ha puesto en marcha un programa de liberalización económica y está reorientando el modelo económico hacia una economía de servicios. Por otro lado, se están tomando medidas para reducir el endeudamiento y combatir la contaminación. Independientemente de las perspectivas a corto plazo, lo que ocurra en China en los próximos dos años nos afectará a largo plazo”, afirma Grey.

Desde BlackRock también se muestran confiados en el potencial que encierra la renta fija china tras su inclusión en el índice de Bloomberg y de ahí que Richard Turnill, responsable global de estrategia de inversión en la gestora recomiende mantener la exposición a este tipo de activos. “El índice Bloomberg Barclays Global Aggregate empieza a incluir bonos denominados en yuanes este mes, por lo que los inversores en productos indexados obtendrán exposición a estos instrumentos de forma automática. Abogamos por mantener esta exposición pasiva y prepararse para invertir en mayor medida”, afirma Turnill.

 Y no solo por el efecto que pueda tener en sus precios la demanda que venga de los inversores pasivos sino también porque este tipo de deuda sigue siendo la que mejor rendimiento ofrece en un contexto de bajas rentabilidades en renta fija a nivel global. “Los rendimientos de los bonos chinos denominados en divisa local durante esta década han sido notablemente superiores a los rendimientos medios de los bonos de los mercados desarrollados, que constituyen la mayoría del índice de renta fija global”, afirma este experto.

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Esa diferencia también se está dejando notar en el rendimiento de los productos de renta fija este año. Según los datos de Morningstar los fondos de renta fija en yuanes se anotan ganancias superiores al 7% en estos cuatro meses al igual que los que invierten en deuda emergente de forma más general. Cifra que contrasta con el 2 y el 1% que suben respectivamente los fondos que invierten en deuda pública de la eurozona y de EEUU. Y son muchos los expertos que coinciden en que asumir el riesgo que implica la inversión en deuda emergente sigue mereciendo la pena, más tras el giro acomodaticio que han confirmado tanto la Fed como el BCE.

Uno de ellos, Adam McCabe, responsable de renta fija asiática de Aberdeen Standard Investments, explica por qué:  “Incluso después del fuerte rebote experimentado, seguimos siendo razonablemente optimistas con nuestras perspectivas para los mercados de renta fija emergente para el resto del año. Esto refleja la importante mejora en dos de los principales obstáculos de 2018: las relaciones comerciales entre EEUU y China y el contexto global de liquidez/monetario en los mercados. Además, las razones para invertir en renta fija emergente se ven reforzadas por la mejora en el diferencial de crecimiento, que debería favorecer tanto los flujos a mercados emergentes como a sus divisas”, afirma.