“La recaudación centralizada en pensiones ha probado aumentar la cobertura”

Desde que a lo largo de los 90 y principios de la pasada década varios países de Latinoamérica instauraron el sistema de capitalización por cuenta individual para sus modelos de pensiones, a imagen y semejanza de Chile, han evolucionado de forma diferente. Sin embargo, mantienen rasgos comunes, y uno de ellos es la preocupación que suscitan en torno a la cobertura poblacional, mucho más reducida de lo que sería deseable. Esto va vinculado con el mercado laboral y con los altos niveles de informalidad que se observan en la región. Sobre ello habla Omar Iván Martínez, ya ex Superintendente de Pensiones de El Salvador y también ex presidente de la Asociación Internacional de Organismos Supervisores (AIOS), que reúne a los representantes de todas estas instituciones de Latinoamérica.

Aunque es de El Salvador, reconoce que es el país que menos le gusta en materia de pensiones cuando se habla del régimen de inversión y de la competencia. En primer lugar porque “el marco de inversiones es bastante rígido al ser definido en la Ley, tiene un mercado bursátil de baja sofisticación y no puede invertir en valores en el exterior”. En lo que a la competitividad del mercado se refiere, hace referencia a que hay sólo dos administradoras cuando en su inicio eran cinco.

Sin embargo, si algo preocupa en estos países es la cobertura poblacional del sistema. Omar Iván Martínez, por su cargo anterior en AIOS, conoce de primera mano los problemas a los que se enfrentan los estados latinoamericanos en este tema y las preocupaciones derivadas. Hay tres potenciales medidas a las que alude el ex presidente de AIOS y que ayudarían en este sentido, explica: “La vinculación obligatoria al sistema desde la mayoría de edad independientemente del tipo de trabajador sería ideal pero ello requerirá de un control gubernamental que de por sí presentará retos para cualquier gobierno latinoamericano.  La recaudación centralizada sería otra medida que ha probado contribuir a la cobertura y por último la concientización desde la niñez a través de la educación previsional”.

Hay otra cuestión que preocupa al experto en pensiones y esta vez tiene que ver con la competencia. “Las comisiones son en general altas” a lo largo de Latinoamérica, reconoce. “Apenas empiezan a bajar a través de mecanismos como las subastas de afiliados. Además no se percibe voluntad de disminuirlas a través de la competencia y ello refleja que no hay una alineación de los intereses de las administradoras con sus afiliados”. No obstante, señala algunos buenos ejemplos en la región. “Países como México, República Dominicana, Perú y Chile han logrado disminuir las comisiones y sus mecanismos deberían replicarse en el resto de países”.

De hecho, el último ejemplo que señala, Chile, lo destaca como el sistema de pensiones que más le gusta de Latinoamérica después de su última reforma junto con Uruguay. A nivel mundial, indica, “me gustan los sistemas que tienen combinaciones de pilares (solidario, obligatorio individual y voluntario individual) porque se puede canalizar el esfuerzo contributivo de forma que hay equilibrio entre los diversos actores de un sistema, pero es importante aclarar que los pilares deben ser suplementarios y no alternativos”.