La reacción de los hedge funds ante el coronavirus

Nuria Ortega (Lyxor)
Foto cedida por Lyxor AM

TRIBUNA de Nuria Ortega, responsable de Société Générale para Lyxor gestión activa Iberia. Comentario patrocinado por Lyxor AM.

Persiste la incertidumbre, pero todavía se prevé un impacto económico transitorio. Los casos registrados siguen duplicándose casi todos los días. En un escenario optimista, las medidas de las autoridades contribuirían a invertir la tendencia en cuestión de semanas y conseguirían contener el avance antes de que finalice el primer trimestre. En un escenario neutral, el periodo de incubación de dos semanas provocaría un grave contagio internacional, pero la tasa de mortalidad seguiría siendo reducida.

Las restricciones a los viajes y un mayor conocimiento del virus permitirían tener el problema resuelto antes del verano. En un escenario totalmente pesimista, pero remoto, tanto la tasa de contagios como la tasa de fallecimientos se dispararía porque las autoridades se verían abrumadas por el número de casos. Algunos países se convertirían en el segundo hogar del virus. Las prohibiciones de desplazamientos se multiplicarían y se observarían incipientes perturbaciones en la fabricación, lo que tendría consecuencias de mayor calado para el crecimiento mundial.

El coronavirus podría afectar más al consumo chino que el brote de gripe aviar de 2003 (el caso más parecido por ahora), puesto que está desarrollándose durante las importantísimas festividades del año nuevo chino, y la incidencia del bloqueo en el gasto puede ser mayor. La parte positiva es que las autoridades han reaccionado más rápido y el virus actualmente parece menos mortífero. La repercusión en el crecimiento mundial probablemente será temporal, y las autoridades políticas todavía disponen de medidas fiscales y monetarias para contrarrestar los efectos secundarios.

Por el momento, la reacción del mercado ha sido moderada, y se ha centrado en los segmentos más sensibles. Los mercados desarrollados (DM markets) retrocedieron un 2%-3%. La renta variable china sufrió un descenso del 8%. El dólar, el yen y el franco suizo repuntaron a costa del euro y las monedas de los mercados emergentes. La deuda pública de los mercados desarrollados cedió entre 15 y 20 puntos básicos (p.b.). Por sectores, la energía, los materiales, el consumo cíclico y el estilo valor fueron los más perjudicados, a diferencia del estilo crecimiento, la atención sanitaria y los servicios públicos, considerados refugios seguros.

Los hedge funds recortaron sus posiciones más expuestas, pero están buscando nuevos puntos de entrada. Los gestores de las estrategias global macro han reducido ligeramente su riesgo y han incorporado títulos del Tesoro, pero no han realizado grandes cambios en sus carteras. Algunos gestores consideran que la reacción del mercado ha sido exagerada, puesto que descuenta implícitamente un crecimiento chino por debajo del 5%. Las estrategias CTA han aumentado levemente su riesgo global, a través de la renta variable estadounidense y asiática, cubierta con títulos del Tesoro estadounidense y más exposiciones al oro. Ahora mantienen posiciones cortas en energía, pero su posicionamiento en metales básicos sigue siendo neutral.

La mayoría de los gestores de estrategias L/S equity redujeron sus exposiciones a los sectores de consumo discrecional, materiales básicos, energía y aerolíneas, así como a los valores asiáticos más sensibles. Por lo demás, las carteras apenas registraron cambios. Con la reducción de las valoraciones, la mayor parte de los gestores están esperando a que aparezcan puntos de entrada. En concreto, hemos observado que los UCITS de renta variable china perdieron alrededor del 6% y exhibieron una elevada correlación. Aumentaron ligeramente sus exposiciones, lo que sugiere unas condiciones de sobreventa de la renta variable china. En general, los gestores de las estrategias event driven se mantuvieron en modo de espera y no realizaron cambios importantes en sus carteras.